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Guarderías, tradición de años en Medellín
Ya en 1917 operaba un lugar para que los padres pudieran dejar a sus hijos en buen cuidado e irse a trabajar.
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Gota de leche, la pionera de las guarderías en Antioquia (99 años). FOTO Juan Antonio Sánchez -
Pinocho, referente en Medellín. FOTO Cortesía -
Carla Cristina, oportunidades para todos los niños. FOTO Cortesía -
Piolín cumple 40 años. FOTO Edwin Bustamante -
Pato Donald en Envigado. FOTO Cortesía
02 de octubre de 2016
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Las guarderías no son un fenómeno nuevo. Aunque hoy se recurre más a ellas que antes, ante el fenómeno de una mayor inserción de la mujer en el mundo laboral, y por lo tanto la necesidad de delegar por unas horas del día la atención de los hijos a personas expertas, en Antioquia estos espacios de cuidado y formación cumplen casi cien años.
De hecho la primera de ellas nació hace ya 99 años en una casona de más de 4 mil metros cuadrados que hoy sigue prestando sus servicios como centro de acogida y cariño para los niños, en este caso de familias vulnerables. Salas Cunas Medellín Gota de Leche es la pionera de las guarderías en la ciudad.
Con ella hoy son muchos los establecimientos orientados a brindar a los padres un sitio especializado para el cuidado de sus hijos, y a los pequeños un espacio para iniciar su proceso de socialización y preparación al mundo escolar.
Recuerda Olga Lucía Viveros, directora del Kinder Pinocho, que años atrás el uso de las guarderías no era tan intenso. “De pronto los niños estaban unas cuatro horas, y eso era suficiente. Ahora muchos están prácticamente todo el día, porque los padres así lo requieren”.
También la dinámica de aprendizaje que viven los niños cuando están en la guardería y el preescolar ha evolucionado. Victoria Eugenia Velásquez, fundadora del Centro Educativo Piolín, rememora como, por ejemplo para que los niños aprendieran los colores, era necesario vestir el establecimiento del color que se quería enseñar en ese momento, “y se tenían que enseñar en orden. Tenía que ser primero el amarillo que el rojo”. Hoy está mandado a recoger porque los niños, dice, aprenden cosas como esas por estar inmersos en el mundo, de manera más práctica.
Algo que sí sigue siendo fundamental en los primeros procesos de socialización y acercamiento a las rutinas escolares que tienen los chicos en sus guarderías o preescolares son las dinámicas lúdicas, el juego con un sentido y un propósito es parte fundamental de esta etapa y ahora, como lo plantea Paula Moncada, directora de Piolín, aunado al uso adecuado de las tecnologías que fomenten en los niños una mentalidad abierta y curiosa.
Y así tengan 40, 50 o 100 años, en estos establecimientos siempre habrá un insumo sin el que no podrían cumplir su labor: amor por los niños.
EL COLOMBIANO presenta cinco de las guarderías más tradicionales. Esas que están en la memoria de las personas, incluso aunque no hayan hecho parte de su alumnado. Claro que hay más, pero con estas cinco queremos rendir un homenaje a la labor de todas.
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