Como en el resto del mundo, el manejo del coronavirus en Colombia ha tenido, desde el comienzo de la pandemia, un tinte político. Y la estrategia de inmunización y vacunación no es la excepción a la regla en este caso.
En el caso de Colombia, se espera que las jornadas para vacunar inicien entre enero y febrero de 2021. Según ha explicado el Gobierno Nacional, las vacunas –que en su mayoría exigen dos dosis– se entregarán por fases, priorizando, por ejemplo, al personal de salud, a los mayores de 60 años y a las personas con preexistencias.
A pesar de ser una noticia esperada durante buena parte de 2020, el anuncio del presidente Iván Duque a mediados de diciembre, que tanto él como el Ministerio de Salud han ampliado ofreciendo nuevos detalles sobre cómo se ejecutará la estrategia, también ha generado incertidumbre, críticas y hasta la promesa de un debate de control político en enero, cuando el Congreso aún está en receso.
El debate
Dos días después de que el Gobierno anunciara que la vacunación empezará en las fechas dichas, el senador Jorge Robledo, antes del Polo Democrático y ahora del partido Dignidad, que en enero –aún sin fecha definida– citará a un debate de control político al ministro de Salud, Fernando Ruiz, para que responda varias preguntas sobre cómo será la vacunación.
Entre estas están, por ejemplo, el valor de las vacunas (alrededor de $720 mil millones), por qué se compró la vacuna desarrollada por Pfizer (que, por su desarrollo, debe ser almacenada a -70ºC), si son ciertas las cifras de vacunación, entre otras.
“Ante el notorio riesgo en el que estamos de no poder acceder oportunamente a las vacunas, voy a convocar en el ceso legislativo al ministro a un debate de control político en la Comisión Quinta del Senado (que se encarga de los temas relacionados con la salud”, aseguró Robledo.
Y añadió: “el riesgo de que esto salga mal es muy alto, la información ha sido insuficiente y recordemos que ha habido pactos secretos en el manejo de estos asuntos por parte del Gobierno Nacional. Convocaremos al ministro para que nos dé las explicaciones satisfactorias que nos asegure que no seremos perdedores en ese proceso de vacunación”.
Sobre la necesidad de un debate, Claudia Vaca, profesora y miembro del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional, cree que “no es el momento adecuado, debería pensarse como un foro en el que se expliquen los aspectos que no están claros. Lo que sí siento del equipo técnico del Gobierno es que ven con malos ojos la promoción de un diálogo abierto y profundo de las decisiones que están tomando, aunque esto sea sano para la democracia”.
Transparencia
Una de las mayores preocupaciones que se han manifestado al respecto de la vacunación contra la covid-19 en Colombia es que esta se desarrolle de manera transparente.
En ese sentido, las autoridades nacionales han insistido en que esta es una prioridad. Por ejemplo, Julio César Aldana, director del Invima dijo recientemente a EL COLOMBIANO que “toda esta autorización está condicionada al seguimiento de farmacovigilancia y de un seguimiento continuo que suministran las compañías al Invima. En lo que tiene que ver con intereses de salud pública, particularmente todo lo que tiene que ver con eficacia y seguridad, y en caso de que no se desarrolle en los términos en los que el mundo espera, las autorizaciones serán revocadas”.
En ese sentido, Vaca considera que “lo más valioso y relevante ha sido el anuncio de un plan de vacunación y una estrategia inmunización con prioridades generales claras. Además, hay un programa de inmunización muy fuerte, pero que se encuentra lejano a los requerimientos logísticos que tienen algunas de las vacunas”.
Otro tema al que se le debe prestar atención, según la docente, es que quienes se encarguen de la vacunación deben ser entrenados con las capacidades técnicas necesarias “para garantizar que se sigan las indicaciones”.
Es claro que, en este nuevo año, uno de los principales temas en salud pública será la vacunación contra la covid-19. Con eso en mente, el Gobierno, además de enfrentarse a las dificultades de vacunar a la mayor cantidad de personas posibles, tendrá que sortear las críticas al proceso
720
mil millones se han invertido para la compra de vacunas contra la covid-19.