El embajador de Colombia ante Nicaragua, León Fredy Muñoz, arribó este jueves al país tras la controversia por su polémica participación en una marcha sandinista en Managua, lo que obligó a que fuera llamado a consultas. En la Cancillería el funcionario fue recibido por el viceministro Francisco Coy que, aunque le habría informado que permanecería en el cargo, le hizo un fuerte llamado de atención.
El diplomático, a quien también la Procuraduría le abrió una investigación por su presunta participación en una marcha “a favor de la revolución que tumbó a Anastasio Somoza”, sostuvo un encuentro de casi una hora con el vicecanciller, en la que le reclamó por la imprudencia al haber participado en la manifestación.
A la reunión no asistió el canciller Álvaro Leyva, quien justamente se encontraba en San Andrés recibiendo la noticia del fallo a favor de Colombia emitido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el diferendo limítrofe con Nicaragua.
La polémica se desató el pasado 7 de julio, tras la divulgación de un video en el que Muñoz portaba prendas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y participaba de una manifestación en Nicaragua: “Este es un pueblo bonito, un pueblo amable y, sobre todo, es un pueblo que está convencido de su revolución. La verdad es que estoy gratamente sorprendido y hoy lo ratifico, esta celebración del 7 de julio es una cosa maravillosa”.
Además de ser llamado a consultas, la Procuraduría abrió investigación disciplinaria contra León Fredy Muñoz Lopera, en su condición de embajador extraordinario y plenipotenciario en la embajada de Colombia ante el gobierno de la República de Nicaragua.
La investigación disciplinaria contra el diplomático estará a cargo del despacho de la Delegada Disciplinaria de Instrucción Segunda para la Vigilancia Administrativa. El Ministerio Público anunció que hará la indagación para verificar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en las que ocurrieron las declaraciones del diplomático.
En su defensa, Muñoz publicó un comunicado en el que argumenta que es su “obligación” participar en reuniones y actividades importantes para el gobierno de Daniel Ortega. “Debo hacer presencia estratégica para cuidar los intereses nacionales de Colombia en Nicaragua”, señaló el cuestionado e investigado embajador.
El aparente apoyo del embajador colombiano a Daniel Ortega va en contravía a la posición que el Estado colombiano ya fijó sobre el régimen en ese país centroamericano. Fue la propia Cancillería y la Presidencia que, en febrero pasado, rechazaron las violaciones a los derechos humanos cometidos por ese régimen.
La actuación fue reprochada inclusive en el escenario internacional. El diario La Prensa de Nicaragua le dedicó un extenso informe a la actuación de Muñoz y en él señalan que personas “sin experiencia ni carrera diplomática en embajadas le está pasando factura al presidente de Colombia, Gustavo Petro”.
“Muñoz no es un diplomático profesional y evidentemente desconoce las normas y costumbres que rigen esta actividad”, le dijo a ese medio un experto en relaciones diplomáticas.
En el mismo texto, el medio cita al exembajador de Nicaragua en Alemania, José Dávila, quien asegura que, a raíz de este “incidente diplomático”, el Estado colombiano está “perdiendo credibilidad internacional y esta solo se puede recuperar destituyendo a su embajador en Nicaragua”.