Toma fuerza el interés del Gobierno Nacional de lograr un acuerdo con las Farc, para desescalar las acciones armadas que beneficien a la población civil, y que indiquen que los diálogos de paz se acercan, cada vez más, a un desenlace positivo.
Esta es la propuesta del Gobierno, mientras su contraparte augura llegar a un cese el fuego bilateral antes de la firma definitiva del acuerdo que lleve al fin del conflicto.
Y es que dos cosas muy distintas son un cese el fuego o armisticio que un desmonte gradual del conflicto armado. La primera, entendida como un acuerdo bilateral que ponga fin a todas las acciones armadas dentro del conflicto, obliga a un verificación y a un permanencia en el tiempo.
Esto ha sido para las Farc una aspiración desde el inicio de los encuentros en La Habana, para crear “un ambiente favorable” en los diálogos, en palabras de “Pablo Catatumbo”, integrante de la comisión negociadora de esa guerrilla y miembro del secretariado.
Pero antes de firmarse el Acuerdo general para la terminación del conflicto —el 26 de agosto de 2012—, el Gobierno impuso la condición de que los diálogos fluirían en Cuba mientras en Colombia seguía el conflicto. Por aquella idea, según el presidente Juan Manuel Santos, de que el cese el fuego bilateral ha sido usado por la guerrilla para dilatar negociaciones anteriores y para fortalecerse militarmente.
De ahí el propósito de llegar solo a esa instancia cuando se aborden todos los puntos de la agenda y se pacte, eventualmente, la paz.
Pero los recientes hechos, entre los que se cuentan el asesinato de dos indígenas, el plagio de tres soldados, un civil y un general del Ejército, así como la muerte de dos militares en Cauca y otros ataques, juegan en contra de la legitimidad de la apuesta de la salida negociada. Parece que así lo entendió Santos, si se toma en cuenta las palabras que expresó el negociador Humberto de la Calle, antes de viajar a La Habana.
“No da más espera la concreción de gestos que les demuestren a los colombianos en el terreno, que nos aproximamos al fin del conflicto. Hace meses que venimos discutiendo con las Farc medidas de desescalamiento. De nuevo, es hora de pasar de la discusión a la acción”.