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Las verdades que develan el entramado paramilitar

EL COLOMBIANO conoció en primicia el informe que persenta hoy el CNMH sobre las Autodefensas

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Las verdades que develan el entramado paramilitar
20 de noviembre de 2019
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La verdad, esa que fue esquiva y que las víctimas reclamaron por más de 10 años, la misma que exparamilitares rasos se guardaron cuando dejaron las armas y se fueron a casa tras su desmovilización entre el 2003 y el 2005, empezará a saberse en el país.

Para cumplir con este precepto, el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, revelará hoy el entramado paramilitar que generó terror y llenó de violencia a Colombia en un informe cuantitativo, logrado a través de la entrevista a 9.021 desmovilizados que no hicieron parte de la Ley 975 o Justicia y Paz, pero que aportaron a la verdad para obtener beneficios jurídicos.

El informe, conocido en primicia por EL COLOMBIANO, consigna que en el país operaron 39 estructuras paramilitares en 667 municipios de los 1.101 registrados en Colombia, es decir, el 60.5%, además, a nivel de departamentos, Antioquia es la región en la que más se dio el reclutamiento por parte de las autodefensas con el 80.83% (ver infografía).

Jenny Lopera, directora técnica de la Dirección de Acuerdos de la Verdad del CNMH, explicó a este diario que más allá de los datos, la importancia del informe es que sus páginas lleven a la reflexión de que el espiral de violencia, no puede repetirse.

“Cuando fue el proceso de las Auc, todo se hizo bajo la Ley 975, pero hay un universo de esos desmovilizados que no son sujetos de esa norma y venían siendo procesados en justicia ordinaria por violaciones a los Derechos Humanos. Para que ellos pudieran recibir los beneficios penales de la Ley 975, se creó la Ley 1424 de 2010 que es la que cobija a los entrevistados para realizar este informe”, dijo Lopera.

Víctimas y victimarios

Uno de los grandes hallazgos del informe del CNMH es que, el 40% de los exparamilitares entrevistados, manifestó que antes de ingresar a la agrupación ilegal, fueron víctimas de otras organizaciones delincuenciales como la guerrilla. Aún así, entre las motivaciones más recurrentes para ingresar a las filas paramilitares fue el factor económico, debido a que los reclutados carecían de recursos o vivían en sectores de pobreza o con un alto abandono estatal.

En ese aspecto, el CNMH estableció que un 59%, ingresó por motivación económica, mientras un 11% lo hizo de manera forzada, incluidos menores de edad.

Al respecto, el analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega, indicó que no se puede desconocer que la llegada de los civiles a los ejércitos irregulares, se da por la promesa de ofrecerles un futuro mejor a sus integrantes, basado en ofertas laborales con sueldos que oscilaban entre 600 mil y un millón de pesos.

“Se tienen registros de zonas en las que los jóvenes salían de bachillerato y sin una oportunidad para estudiar o trabajar en pueblos pequeños, terminaban vinculados a los grupos ilegales que les ofrecían ‘trabajo’. Así se llevaron muchos niños a los grupos ilegales”, enfatiza Ortega.

Los niños en sus filas

Como todos los grupos ilegales que han optado por dejar las armas, el tema de los menores de edad en sus filas siempre es polémico, y en el caso de los paramilitares no es la excepción. En el informe, el CNMH registró que los paramilitares vincularon en general a jóvenes entre los 16 y 29 años de edad, sin embrago, llama la atención que se presentaron casos de niños de 9 años (1), de 11 (4), de 12 (29), de 13 (40), de 14 (96), de 15 (172) y de 16 años de edad (310); también hubo casos extremos como reclutamiento de adultos entre 71 y 75 años de edad.

Frente a esto, Luz Alcira Granada, de la Ong Save the Children, recalca que esto demuestra la práctica sistemática de los grupos ilegales en el reclutamiento y a su vez, que “no existe ninguna justificación posible para reclutar a un niño o niña menor de 18 años”. Granada expresa que los menores de edad usados en el marco del conflicto armado son “víctimas”, y el reclutamiento o utilización no debe justificarse con el argumento de que se están protegiendo.

Infográfico

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