Pedro Santana Rodríguez, vocero y coautor de la reforma a la salud del Gobierno Petro, muy cercano a la ministra Carolina Corcho, ha sido señalado por acoso sexual en el pasado y estas denuncias vuelven a revivirse por una denuncia en su contra, cuando era parte del equipo de la Fundación Arcoíris.
Laura Bonilla, una de sus víctimas, actualmente la Regional Manager para América Latina y el Caribe de la Fundación Paz y Reconciliación, denunció en los micrófonos de La Fm que Santana la agredió sexualmente hace 16 años.
Explicó que decidió hacerlo de manera pública porque considera que personas con estos antecedentes y comportamientos no deben tener cargos de poder y advierte que lo que le ocurrió a ella puede pasarle a otras mujeres.
“Uno los ve en posiciones de poder, donde muchas otras mujeres pueden estar en riesgo. Lo que a mí me pasó en 2007, a él lo destituyen de Viva la Ciudadanía en 2014, siete años después de que pasó mi caso (...) quiero alertar a las mujeres jóvenes”, explicó Bonilla.
No sería la primera vez que es acusado por acoso y abuso sexual en escenarios laborales, por lo que la mujer decidió también iniciar su testimonio haciendo un llamado para que este tipo de conductas no se normalicen.
Las agresiones habrían comenzado cuando ella trabaja como investigadora en la Fundación Arcoíris, en unas investigaciones por parapolitica, y era muy joven. Entonces, él empieza a convocarla para que escriba artículos sobre el tema. Al inicio Santana solo la halagaba por su escritura y le decía que ella era muy inteligente. Más tarde conoció a su pareja y se hicieron muy amigas.
“Una noche, yo estaba tomando en la casa de ella, y él llegó después cuando nosotras ya estábamos con dosis importantes de alcohol. Él llegó, se sentó con nosotras, cosa muy normal, y luego ella, mi amiga, con bastantes tragos en la cabeza, se acostó a dormir, y en ese momento cuando ella se acuesta a dormir es cuando este hombre me dice: bueno, tomate la última copa antes de irte y te pido el taxi, etcétera, (...) y en ese momento este hombre se me echa encima y me empieza a agredir y a manosear sin contar con mi consentimiento”, relató Laura.
Esto hizo que ella quedara completamente paralizada, pues no entendía por qué un hombre que admiraba tanto se atrevería a agredirla de esa manera.
“Me quedé paralizada, uno nunca cree que se va a quedar paralizado”, dijo. Los hechos se presentaron en la cocina.
“Me besa sin consentimiento, me manosea (...) le digo que pare, no más, no, para, entonces no para, sino hasta que le digo el nombre de su compañera. Entonces muy molesto me dice: lo que pase con ella es problema entre ella y yo”.
Logra salir de la casa y camino a su casa, en aquel momento, se va creyendo que fue su culpa.
“En esa época la legislación era diferente, lo que a mí me paso no era más que considerado como un coqueteo agresivo de algunos hombres con las manos”, narró.