Hace cinco semanas, el líder indígena Jonathan Marmolejo emprendió un viaje desde su municipio natal, Lloró (Chocó), hasta Bogotá. Tuvo que salir en lancha con una carpeta llena de documentos que demostraban un problema que hasta entonces había sido invisibilizado: la muerte de 11 niños por malaria, enfermedad que al transmitirse a través de la picadura de mosquitos ha aumentado durante el fenómeno de El Niño.
Como lo contó EL COLOMBIANO en ese entonces, la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) le había solicitado un plan urgente al Ministerio de Salud por la crisis de salud que se estaba presentando en Bagadó, Río Quito, Bojayá, Alto Baudó, Tadó, y Lloró, zonas en las que, según la organización, habían fallecido 30 niños indígenas.
Pese a las constantes peticiones y a las cifras que entregó el Instituto Nacional de Salud (INS) el viernes pasado, las cuales confirman que se han presentado 19 muertes en Chocó por malaria, la Secretaría de Salud del departamento solo declaró hasta ayer epidemia por propagación del virus.
El último reporte del INS también revela que el 55,8 % de los casos de malaria complicada en el país (802 en total) se registraron en Chocó. En lo que respecta a la malaria no complicada, Chocó también sigue liderando la lista: 26.703 casos reportados en 2016, seguido por los departamentos de Nariño y Antioquia, con 4.225 y 3.598 casos respectivamente.
“Tenemos 22 municipios donde hay brote de malaria. En Quibdó solamente llevamos 9.000 casos. Nosotros hemos estado haciendo un trabajo barrio por barrio y vereda por vereda. Empezamos por el municipio de Lloró, donde hay una dificultad para romper la cadena de transmisión dado que la comunicación es por vía acuática”, dijo la secretaria de Salud de Chocó, Siris del Carmen Sánchez.
Jónathan Marmolejo también es el vocero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Chocó (Orewa). Según él, lo que dice la gobernadora no se ve en el territorio: “Se están muriendo 20 indígenas por malaria al mes y no hay medicamentos. En el municipio de Lloró siete niñas acaban de morir. No hay brigadas, no hay atención médica, tampoco es cierto que haya tratamientos. La Secretaría de Salud no nos ha dado solución”.