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Este martes al final de la tarde, Gustavo Petro habló por primera vez desde que es presidente de un “enemigo interno” dentro del Estado en general y su gobierno en particular. Lo hizo en el discurso de cierre de la Minga Política y Cultural del Cauca, un movimiento social y político que fue crucial para su llegada al poder y que Petro ha querido reivindicar desde el día de su posesión en la Plaza de Bolívar.
En redes sociales empezó a rodar un fragmento del discurso que luego fue replicado por algunos medios de comunicación, en el que el Presidente daba a entender que se refería a algunas personas dentro de su gobierno que lo estaban desautorizando: “Por eso el principal rival del Estado, del gobierno, está en su interior. Es un enemigo interno representado por creencias, maneras de pensar, no simplemente por personas que al final lo que producen es que no se permitan los cambios a pesar de que el presidente quiera”.
La primera interpretación que tuvo el discurso era que se estaba refiriendo al Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien recientemente ha sido una piedra en el zapato para algunas de las intenciones del presidente, como ponerle impuesto a las remesas, frenar la exploración de hidrocarburos o comprarles las tierras a los ganaderos con bonos de deuda pública.
Sin embargo, el presidente salió a desmentir esa interpretación rápidamente en su cuenta de Twitter, dijo que el “enemigo interno es el acumulado de normas y pasos hechos en la administración nacional durante décadas para defender intereses particulares poderosos e impedir los cambios en favor de la gente”.
Pero esta explicación del presidente no calmó los ánimos de quienes quedaron preocupados con lo del “enemigo interno”, sino que por el contrario los avivó. Pues no se estaría refiriendo a un funcionario en particular, sino a un conjunto de normas, leyes e instituciones que de cambiarse generarían una gran incertidumbre.
Según dijo el presidente en el Cauca, el obstáculo para los cambios que quiere implementar son “miles de normas, en cada ministerio, en cada institución que no se pueden cambiar fácilmente”.
Dijo también que estas fueron hechas durante décadas, desde los tiempos de la esclavitud, por personas que pertenecen o pertenecieron a sectores sociales que no fueron los que lo llevaron al Palacio de Nariño. Funcionarios que según él “no piensan con el corazón ni con el cerebro de ustedes (los indígenas del Cauca)”.
Sin mencionar ninguna norma o ley en particular, afirmó que eso era lo que hasta ahora se le había atravesado en la reforma agraria y en la reforma tributaria que ha presentado su gobierno.
Asimismo, Petro se refirió por ejemplo a una molestia que causó el nombramiento de una indígena arhuaca, Leonor Zalabata, en la embajada de Colombia en la ONU. “Se asustan, les parece el oprobio, no les gusta, se sienten incómodos”, dijo.