La prohibición de las corridas de toros en Colombia y de otros actos crueles e inhumanos contra animales está en veremos, pues el Congreso cerró otra vez la puerta a que se terminen los eventos públicos de violencia contra los bovinos. Pero, como los animalistas no se rinden, o al menos eso dicen, esta misma semana comenzarán a jugarse una última carta en el Capitolio.
La historia es la siguiente. El pasado martes, la Cámara de Representantes hundió uno de los proyectos que buscaba poner fin a esas prácticas con los seres vivos, articulado que había sido autoría del liberal Juan Carlos Losada.
La plenaria de la Cámara descartó el proyecto de ley con una proposición para archivarlo que fue presentada por el Centro Democrático y que obtuvo 78 votos a favor y 75 en contra. En cuentas más sencillas: la iniciativa habría seguido en pie si se lograban los respaldos de 3 representantes más.
El artífice de ese hundimiento fue el representante Christian Garcés, quien está buscando un nuevo proyecto de ley que “reglamente las corridas de toros y las prácticas tradicionales con animales en general, como los gallos y las corralejas”.
Y es que en el Congreso hay dos bandos. El primero es el de los animalistas que quieren poner punto final a los actos de tortura con los seres vivos; el segundo, es el de congresistas que pretenden mantener esas prácticas, pero con una nueva reglamentación.
Juan Carlos Losada aseguró que su propuesta fracasó porque “los taurinos llenaron el debate de mentiras, de ataques personales y de injurias. Lograron voltear a decenas de congresistas a punta de artimañas”.
Pero más allá de la articulación del partido de oposición para que Colombia siga teniendo corridas de toros, los de la bancada de Gobierno también fueron promotores del fracaso del proyecto animalista.
El proyecto se hundió en una plenaria en la que la coalición del presidente Gustavo Petro –concentrada en gran parte en el Pacto Histórico– es mayoría y a pesar de que el mandatario firmó desde mayo de 2022 un compromiso programático para reconocer los derechos de los animales no humanos.
En ese documento prometió crear una agenda nacional de protección para ellos, aunque hasta ahora sigue siendo una declaración de buenas intenciones que no avanza en su materialización.
Los hechos muestran que no todos los congresistas de la bancada del Pacto le copiaron a ese mensaje del Ejecutivo, pues representantes como José Alberto Tejada fueron protagonistas en el hundimiento del articulado.
En campaña, Petro tildó a las corridas de toros como “espectáculos de la muerte”, habló de implementar un trabajo legislativo sobre los derechos de la naturaleza y de la consolidación de un sistema de protección animal, con recursos que salgan de la institucionalidad para cumplir esas dos metas.