Daniel Palacios solo ha ganado dos elecciones en su vida: cuando fue personero del Colegio Bilingüe de Valledupar (Cesar) y en 2016 cuando asumió como concejal de Bogotá por el Centro Democrático. Tiene 42 años y ahora quiere ser presidente. Insiste en que su hoja de vida está robusta por su experiencia como ministro del Interior en en el cierre del Gobierno de Iván Duque. Desde que empezó a construir su precandidatura se le ha visto con prendas de color verde militar. Una evocación, quizás, del tiempo en el que estuvo en la Escuela Militar.
Camina al paso de sus escoltas que –a juzgar por el número de hombres que lo acompañan– su riesgo de seguridad parece que es alto. Aunque en la última encuesta de Guarumo solo el 0,6% de los consultados manifestó sus intenciones de votar por él.
En diálogo con EL COLOMBIANO adelantó que, en su eventual Gobierno, le cerrará las puertas a cualquier diálogo con los grupos armados ilegales y que solo les dejaría abierta la vía del sometimiento o desmovilización. También quiere construir megacárceles al estilo de Nayib Bukele en El Salvador.
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Hay más de 75 personas que en este momento quieren ser presidentes, muchos de ellos son políticos de mucha experiencia, ¿cómo planea abrirse paso?
“Estoy haciendo campaña independiente a través de un movimiento que se llama Rescatemos a Colombia. Esperamos recoger las firmas de millones de colombianos. Exponemos la tesis de que quien piensa diferente no es el enemigo de Colombia, que el único enemigo de los colombianos son los que están por fuera de la ley”.
¿Hará alianzas?
“Prefiero contestar con quién no haría una coalición. No haría una alianza con quienes hacen parte de este Gobierno. O quienes habiendo hecho parte de ese gobierno ahora son petristas arrepentidos. Con el resto, hay espacio para el diálogo, hay espacio para la conversación, para la construcción, para sumar, para avanzar”.
Usted dice que el distinto no es el enemigo de Colombia y, al mismo tiempo, ha utilizado descalificativos contra el Gobierno y la persona del presidente Petro, ¿esa no es una contradicción?
“Yo lo digo sin ningún titubeo, a mí no me gusta el petrismo, no lo apoyo, jamás votaría por ninguno de sus representantes. Eso no quiere decir que uno no pueda hablar con ellos, hablar para tratar de dialogar, para tratar de construir consenso. Ahora, que en la Casa de Nariño hay un exguerrillero, hombre, eso no es elevar el tono, eso es decir la verdad. Que este gobierno se eligió con el apoyo de la guerrilla, eso no es elevar el tono, eso es decir la verdad, eso lo ha dicho el mismo ELN”.
Pero estamos ante un panorama de crispación política...
Petro abrió un abanico de diálogos con distintos grupos armados, ¿cómo sería su política de paz?
“Aquí se tienen que acabar los privilegios y las justificaciones para los delincuentes y tenemos que dedicarnos a proteger al ciudadano honesto y trabajador.
Entonces, delincuente que se quiera entregar, bienvenido, ahí tiene todos los beneficios: tiene principios de oportunidad para que delate a sus jefes, tiene las reglas de sometimiento y desmovilización que, además, son supremamente generosas. Pero de ahí a que los justifiquemos y a que tengamos a bandidos dándonos cátedras de moral en el Congreso de la República o parados en una tarima al lado del presidente, son cosas que no se pueden volver a permitir.
¿Qué va a pasar con los procesos de paz que deje adelantados el Gobierno Petro?
“Si quieren buscar beneficios, que lo hagan rápido con este gobierno, que Petro los consienta, que les dé privilegios. El 7 de agosto es muy sencillo: o se someten o no someten. Quienes vayan en un proceso, que le afanen, porque han mamado gallo tres años. Aquí no hay paz total. Lo que hemos visto es un fracaso total. Lo que hemos visto es el fortalecimiento de la FARC, del Clan del Golfo y del ELN. Reactivaremos la ofensiva contra todos los grupos criminales en Colombia y los vamos a derrotar”.
¿Qué garantías le dará a los firmantes de paz que siguen apostando por el Acuerdo?
¿Cuál es su postura frente al reclutamiento de niños, niñas y adolescentes?
“Los niños en Colombia sufren y no están siendo protegidos cuando deberían ser nuestra primera prioridad, porque están siendo asesinados, violados o porque están siendo instrumentalizados para cometer actos como el que se hizo contra Miguel Uribe.
Radicaremos una consulta contra el crimen y una de las preguntas va a ser si vamos o no a insistir en la cadena perpetua para violadores, asesinos de niños y reclutadores de menores de edad, porque esos señores no merecen ninguna consideración”.
¿Cómo es eso de que quiere construir megacárceles?
“Lo primero que hay que hacer es solucionar el hacinamiento. Y además para poder también meter a nuevos detenidos, porque sin duda alguna, con una política clara frente a la ley, pues serán muchas personas las que tendrán que ser capturadas. Una cárcel como la que hizo Nayib Bukele en El Salvador costó 110 millones de dólares. El Ministerio de la Igualdad nos vale 1.8 billones de pesos y no resuelve absolutamente nada, eliminándolo, construyo dos cárceles y me sigue sobrando plata”.
Contra el gobierno de Bukele pesan denuncias por violaciones a los Derechos Humanos en esas cárceles, ¿cómo sería su trato con los presos?
“La primera forma de darle una mejor condición al reo es reduciendo el hacinamiento y mejorando sus espacios. Vamos a sacar las cárceles de los centros urbanos y buscaremos que los penales sean autosostenibles a través del trabajo que realicen los presos a cambio de los beneficios de reducción de penas.