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Cese unilateral presiona al Gobierno en la mesa

El Gobierno se mantiene en su posición de solo pactar el cese bilateral con la firma de la paz.

  • Alias “Iván Márquez”, jefe de la delegación guerrillera, hizo el anuncio de cese el fuego, con veeduría internacional. FOTO colprensa
    Alias “Iván Márquez”, jefe de la delegación guerrillera, hizo el anuncio de cese el fuego, con veeduría internacional. FOTO colprensa
18 de diciembre de 2014
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El jefe guerrillero “Iván Márquez” anunció que las Farc, con sus bloques y todos sus frentes, alrededor de 8 mil hombres, ya no atacarán más, que terminan con todas las acciones armadas contra la Fuerza Pública de manera unilateral, indefinidamente.

Esto como paso para un definitivo armisticio, es decir, el acuerdo que impulsaría un cese el fuego bilateral entre esa guerrilla y las Fuerzas Militares. Decisión sorpresiva ya que se esperaba, aquí en La Habana, que tanto el Gobierno como el grupo subversivo pactaran ayer el primer acuerdo de desescalamiento del conflicto, que contemplaría desminar territorios y regular los bombardeos.

“En atención a que creemos que hemos iniciado un recorrido definitivo hacia la paz, acompañado de un proceso constituyente, hemos resuelto declarar un cese unilateral al fuego y a las hostilidades por tiempo indefinido que debe transformase en armisticio”, dijo el jefe de la delegación guerrillera.

Agregó que para el éxito del cese unilateral se espera la veeduría de la Celac, Unasur, el Comité Internacional de la Cruz Roja y el llamado Frente Amplio por la Paz. Sin embargo, aclaró que dicho cese solo empezará el próximo 20 de diciembre, a las 0 horas, si uno de los organismos citados está dispuesto a vigilar que se cumpla, y que ese silencio de los fusiles permanecerá en el tiempo si no se dan acciones ofensivas de las autoridades en contra de los guerrilleros.

Nueva tregua

Esta es la quinta tregua unilateral del grupo subversivo. La primera se hizo del 20 noviembre de 2012 al 20 enero de 2013. La segunda del 15 diciembre al 15 enero de este último año y la tercera y cuarta en las elecciones del primer semestre de 2014.

Decisión que está antecedida de un largo debate en la mesa entre el Gobierno y las Farc. Ese grupo guerrillero ha insistido en un cese bilateral mientras se desarrollan las negociaciones; sin embargo el presidente Juan Manuel Santos ha dado instrucciones a sus delegados de que solo se llegará a este punto cuando se dé el acuerdo final y que por tal motivo deben de continuar las acciones ofensivas contra todos los frentes de las Farc en el país.

Situación del Gobierno.

Ahora, el Gobierno tiene una tarea difícil de dirimir después de esta decisión de las Farc ya que estaría obligado, según analistas militares y personas cercanas al proceso de paz, a demostrar gestos que indiquen que se respetará el cese el fuego. Pero como lo ha reiterado Humberto de la Calle, el Gobierno está empeñado en ese desescalamiento, que le diga al país que realmente se está avanzando hacia el camino de la reconciliación.

En ese pulso se han mantenido ambas partes mientras en el país sigue el debate de por qué, si se han logrado tres acuerdos parciales de la agenda, siguen los desplazamientos forzados, el uso de minas antipersonal, los ataques a la Fuerza Pública, los bombardeos y los plagios. En la tercera semana de enero de 2015 seguirá esta discusión entre ambas partes. Por parte del Gobierno está la subcomisión técnica que coordina el general Javier Flórez, que en declaraciones a Caracol indicó que se avanza en el cese el fuego bilateral y definitivo. Algo que debe de conducir a la dejación de armas de las Farc y a que el Ejército tome roles propios del posconflicto. Quien coordina el estudio en las Farc es “Carlos Antonio Lozada”.

ANÁLISIS

Carlos Patiño Villa
Profesor Universidad Nacional
Sede Bogotá

El cese el fuego es un acertijo para el Gobierno

Lo que hacen las Farc con este anuncio es dejar en manos del Gobierno Nacional la posibilidad de que este proceso de paz se complique o incluso se llegue a romper, porque al condicionar el éxito del cese el fuego a que sus estructuras no sean atacadas por la fuerza pública le crean una situación de confrontación delicada al Estado. En realidad lo que las Farc buscan es presionar un cese bilateral al fuego y eso, obviamente, pondría en entredicho la capacidad de acción militar y policial del Estado.

En cuanto a los veedores, lo primero que se debe decir es que estos no deben ser escogidos por una sola de las partes, sino que deben surgir de un acuerdo entre el Gobierno y la guerrilla. Adicionalmente, los veedores deben ser reconocidos internacionalmente como neutrales, tener credibilidad y obviamente poder garantizar que respetan, no solo lo pactado entre el Estado colombiano y las Farc, sino los derechos de los ciudadanos colombianos y las reglas de nuestra democracia. Concretamente, esta veeduría propuesta por las Farc, presenta unas complicaciones. Por ejemplo, las fuerzas que sean reconocidas como garantes del cese deben desplegar hombres sobre el terreno, que garanticen que las unidades de combatientes no se desplazan ni ejecutan acciones y eso es un asunto supremamente difícil, porque la geografía colombiana es muy grande, el territorio es muy complejo y, adicionalmente, las Farc tienen unidades dispersas en diferentes partes del territorio nacional. Eso hace que si bien desde el punto de vista político el cese al fuego sea atractivo, en términos concretos sea prácticamente imposible de materializarse. Lo interesante es que el Gobierno está empeñado en sacar adelante la negociación con las Farc, pero lo que hace la guerrilla es ponerle al Gobierno un acertijo muy difícil de resolver.

Jorge Iván Posada Duque

Editor Área de Paz y Derechos Humanos. Periodista de la Universidad de Antioquia con estudios en antropología y literatura.

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