El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc anunciaron el sábado un acuerdo para llevar adelante un proceso de desminado, dentro de la negociación de paz que busca acabar con más de medio siglo de hostilidades.
El conflicto interno ha convertido a Colombia en una de las naciones más afectadas por las minas terrestres.
Casi 11.000 colombianos han resultado heridos o muertos por minas terrestres y dispositivos sin explotar desde 1990, de los cuales 1.101 eran niños, según las últimas cifras del Gobierno.
“El gobierno y las Farc hemos acordado solicitar a la organización Ayuda Popular Noruega liderar y coordinar la implementación de un proyecto de limpieza y descontaminación”, dijo un comunicado conjunto leído por los garantes Cuba y Noruega.
Según el comunicado, la acción se toma para “avanzar en la construcción de confianza y con el fin de contribuir a generar condiciones de seguridad para los habitantes que se encuentran en la zona de riesgo por la presencia de minas”.
Aunque las partes han dialogado durante más de dos años en La Habana, siguen combatiendo sin tregua en el país sudamericano.
El Gobierno de Colombia dijo en un comunicado aparte leído por Humberto de la Calle en La Habana: “Se trata de un nuevo y decisivo paso en el desescalamiento del conflicto armado”.
“Será un trabajo en el que participarán miembros representantes de las Farc, sin uniformes, sin armas y previa suspensión temporal de las órdenes de captura de acuerdo con la ley para brindar la información requerida y acompañar el proceso de desminado”, agregó.
“Nuestro objetivo principal con estas conversaciones es poner fin al conflicto evitando así víctimas futuras en nuestro país, por eso la propuesta de desminado es un primer paso pero un paso gigante hacia la paz”, afirmó.
El proceso busca acabar con el conflicto que ha dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados.
El acuerdo se logra en la misma semana en que un grupo de altos mandos militares de Colombia dialogaron por primera vez frente a frente con comandantes de la guerrilla izquierdista para evaluar la posibilidad de silenciar las armas en las montañas y las selvas colombianas.