Colombia está lleno de historias de dolor, pero también de vida, de luchas. En cada rincón de este país, hay una víctima dispuesta a contar su relato, que se suman a los 7.957.219 historias de otros afectados por el conflicto armado registrados en la Unidad para las Víctimas.
De esas 7.957.219 víctimas registradas, 7.675.032 han reportado en sus declaraciones haber padecido algunas de las acciones de los grupos armados en el marco del conflicto armado.
Hoy 9 de abril fue el día declarado para rendirles un homenaje, acto que inició ayer con la siembra de un árbol por el presidente Juan Manuel Santos como un acto de vida.
La declaratoria de este día como oficial de las víctimas obedece a un precepto: la no repetición de los hechos que han llenado de sangre y dolor, por más de 50 años, el territorio colombiano
“Hemos decidido rendir un tributo a las víctimas con un símbolo: sembrar árboles para sembrar vida, ya que con esto todos hacemos memoria no solo de las personas que murieron, sino de los sobrevivientes que continúan perseverando hacia la paz”, anotó Santos.
En la siembra de los arrayanes, el presidente Santos volvió a recordar que las víctimas son lo más importante en la negociación con las Farc, razón por la cual están en el centro de la negociación.
Amparo Mejía, directora de la fundación Madres de la Candelaria, considera que un día para conmemorar a las víctimas es adecuado, pero hacen falta más acciones en la reparación. “Hay fallas que deben mejorarse para que las víctimas tengan una verdadera reparación que va mucho más allá que la compensación en dinero”, dijo Mejía.
En la conmemoración del día de las víctimas, EL COLOMBIANO registró el relato de cuatro de ellas como una forma de brindarles un homenaje a estas personas que han sufrido los rigores del conflicto. Son cuatro historias nacidas del dolor.