Vía decreto, el Ministerio buscaba que las autoridades colombianas exigieran el pasaporte vigente a aquellos ciudadanos venezolanos que desearan ingresar, hacer tránsito o permanecer en Colombia. El documento era por ahora un borrador; sin embargo, Petro advirtió que “no es cierto”.
“Esto no es cierto. Mi gobierno no exigirá pasaporte a los migrantes venezolanos”, declaró el primer mandatario. El documento derogaba una resolución de 2021, la cual facilita el ingreso, tránsito, permanencia y salida del territorio colombiano, de los nacionales venezolanos, aun teniendo su pasaporte vencido.
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Al parecer, ese tratamiento excepcional a los ciudadanos venezolanos ya desaparecería debido a que se restablecieron las relaciones diplomáticas entre ambos países, sumado a que ya están en funcionamiento varios consultados en Caracas, San Cristóbal y Maracaibo, y se espera la apertura de 10 más en el vecino país.
“Mediante el intercambio de relaciones diplomáticas, el 12 de agosto de 2022 se restablecieron las relaciones diplomáticas y consulares entre Colombia y Venezuela y, posteriormente, en septiembre de 2022, se oficializó la reapertura de la frontera terrestre entre ambos países con el propósito de impulsar la integración y cooperación en beneficio de sus ciudadanos, en especial en las regiones fronterizas”, explicaba la resolución.
Los costos de un pasaporte en Venezuela no dejan de ser altos. Se estima que superan los 200 dólares, lo que se convierte en una barrera económica para el grueso de la población, mucha de la cual ingresa al país por sus fronteras para abastecerse de alimentos.
De establecerse como requisito la exigencia de pasaporte vigente para los venezolanos, los pasos irregulares en las zonas fronterizas volverían