Consolidado como una figura política de talla internacional gracias al premio Nobel de Paz, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aprovechó el viaje a tierras nórdicas para finiquitar asuntos de cooperación que el Gobierno tenía previstos respecto al posconflicto.
Tras su paso por Noruega para recibir el prestigioso laurel, hoy visita la vecina Suecia, con el objetivo de reunirse con dignatarios de dicho país —incluido el rey Carlos Gustavo— y abordar el ya crucial aporte sueco a la consolidación de la paz. Aunque por protocolo, todos los Nobel de Paz deben hacer una escala por Suecia, esta vez el encuentro sirve para ahondar en el compromiso ya decidido de los suecos frente al proceso.
Pero esta no será la escala más importante de Santos en este paso por el Viejo Continente. En realidad, será en Bruselas, centro de las instituciones europeas, donde logrará mayores compromisos a favor de la consolidación de la paz en Colombia.
En la capital belga, el mandatario suscribirá hoy un fondo fiduciario con el que la Unión Europea y sus miembros pretenden contribuir al éxito del posconflicto.
En una ceremonia en la que participará la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, Santos firmará un fondo fiduciario que, con 95 millones de euros por el momento, apoya la construcción de paz en zonas agrarias del país.