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La senadora del Partido Verde, Claudia López, anunció esta semana sus intenciones presidenciales, pero advirtió que no se trata de una causa solitaria sino de armar un movimiento colectivo, más allá de los partidos, que pueda dar batalla electoralmente a los políticos tradicionales.
“Los ciudadanos de a pie no buscan que se dirima la pelea Uribe-Santos-Farc, sino que no lo roben en la calle y en la política, que la salud funcione y que tengan empleo”. A lo largo de la entrevista con Claudia López, insistirá en este postulado, pues sostiene que la política no suele responder a los intereses de la ciudadanía y en ese campo enfocará su propuesta.
Esta politóloga de 46 años ha llegado a destacarse en su paso por el Congreso de la República con sus posiciones punzantes y sus continúas ‘frenteadas’ a varios caciques políticos criollos, actitud que también ha trasladado a la red social Twitter, siendo una de las personalidades con mayor influencia en esta red en Colombia.
Sin embargo, advierte que le tiene “profundo temor” a “los caudillismos mediáticos y a los populismos. Eso termina en los Chávez y los Uribes”.
“Hemos venido conversando con Sergio (Fajardo), con Antonio (Navarro Wolff), con la Alianza Verde, con el senador Jorge Robledo (Polo), con sectores sociales y esperamos acordar unas reglas de juego en 2017 para una construir una coalición que tenga gente buena, decente y maravillosa para el Congreso y una fórmula a la presidencia”, explica.
La idea es que esta plataforma pueda asegurar una representación de los ciudadanos por los próximos 12 años.
“Hay tres retos”, explica la senadora: “entender qué busca la ciudadanía y yo creo que es sencillo: que no los roben en la calle y en la política. Y por eso, nuestra meta tiene que ser lidiar con este mar de corrupción. Ese es el principal desafío de Colombia hoy. Casi que no hay ningún tema que podamos mejorar sin la obstrucción de la corrupción. ¿De qué sirve que hayan mecanismos si se roban la plata?”.
Las cifras avalan esta posición. Según calculan estudios, el costo de la corrupción en Colombia este año se acerca a los 23 billones de pesos y los indicadores han aumentado un 600% desde hace once años.
Para colmo de males, un documento reciente de la entidad Transparencia por Colombia informó que las Contralorías del país, que son las entidades de control que deben velar por el buen uso del dinero público, tienen un riesgo de corrupción más alto que los entes a los que deben vigilar.
A eso se suma que solo el 25% de los condenados por corrupción están pagando cárcel.
Por ello, la coalición que propone López se plantea como una alianza de sectores, “de gente que no van a salir a afiliarse a ningún partido, pero está dispuesta a apoyar una alternativa seria”.
La clave de ello está, cuenta, en conectar a la mayoría con “liderazgos buenos” que “hay en todos lados”.
Si bien López está confiada en sus capacidades, “tengo liderazgo, visión de Colombia y propuestas”, aclara que la idea es entrar en competencia franca “con otros líderes que también tienen visión y trayectoria, como Fajardo, Navarro y Robledo, y detrás vendrán otros”. En últimas, la decisión de los ciudadanos se decidirá de dicha coalición, quién irá por la Presidencia, quién por la Vicepresidencia y quienes aspirarán al Congreso.
Vale anotar que en las pasadas elecciones para presidente, votaron solo 13 de los 47 millones de personas que habitan Colombia. Conectar con ellos será clave para la propuesta multipartidista de la senadora Verde.
La aspiración de Antanas Mockus en 2010 por el Partido Verde fue la última explosión de un movimiento popular basado en el deseo de una administración menos corrupta. Sin embargo, la llamada ‘ola verde’, como las del mar, murió al llegar a la orilla.
¿Cómo evitar que esto le pase a la idea de Claudia López? “Porque el error de aquella vez fue precisamente que fue una ola. Los cambios no los producen un esfuerzo emocionado de tres meses, sino la disciplina de muchos años de construir liderazgos colectivos”, explica ella misma.
“Uno no puede pretender cambiar en tres meses el mundo. Hay que renovar los concejos, las alcaldías, el congreso, desde Bolombolo al Palacio de Nariño”, remata.
Por ello, aunque concluye que un presidente no es suficiente para cambiar al país, sostiene que es una aspiración que no puede dejar de tener, pues desde allí nace la gran corrupción.
“Desde allí se empieza a distribuir la mermelada a alcaldes, gobernadores... Por eso es que hay que aspirar a estar ahí e ir por esa cabeza de la mermelada y abuso de poder, que nace de la presidencia”, dice.
El debate de equidad de género y Lgbti demostró este año que enciende pasiones en la base de la sociedad colombiana, que es la población que Claudia López, en abierta relación con la representante Angélica Lozano, quiere conquistar.
Sin embargo, para la senadora Verde, el país está listo para dar ese debate. “No tengo ningún temor a eso. Es de los típicos temas que se vuelven una espuma”, asevera e insiste: “Yo creo que la identidad no le interesa a la gente, sino que no los roben”.
“Yo no creo que ese tema sea determinante en la política colombiana. Por supuesto que la gente tiene su fe y sus propias ideas. Yo soy católica y tengo mis propias ideas. Muchos serán cristianos, agnósticos y demás. Pero no he visto la primera encuesta que diga que los colombianos quieren que el próximo presidente resuelva algún tema de fe”, remató.
No obstante, conforme avance López en el ruedo presidencial, deberá enfrentar las posiciones, muchas veces radicales, de líderes y movimientos como los que impulsaron las marchas contra las cartillas de orientación sexual del Ministerio de Educación.
En sumatoria, López recuerda que en su trayectoria pública, que suma ya 20 años, “he lidiado con narcos, abusivos, parapolíticos y farcpolíticos”, y ha concluido que eso “se combate con transparencia, carácter, propuestas alternativas y ciudadanía votando con independencia... Ese camino siempre nos ha funcionado”.
Periodista bumangués del área digital de El Colombiano. Busco historias que demuestren que la realidad siempre supera a la ficción.