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Se desató una tormenta política en la izquierda. Gustavo Petro al parecer se extralimitó en sus cálculos electorales para ser elegido presidente en 2022 y desató una fuerte pelea al interior del Pacto Histórico –su coalición– por su posible alianza con el también precandidato presidencial Luis Pérez Gutiérrez.
Aunque hace un par de años era impensable ver al senador de la Colombia Humana y al exgobernador de Antioquia juntos, la época electoral lo hizo posible, a pesar de que ambos han tenido serias diferencias en su doctrina política.
La latente posibilidad de que se dé esta alianza ha causado una fuerte disputa en las fuerzas ‘progresistas’ que integran el Pacto Histórico, pues que aunque Petro acepta acercamientos con líderes de corrientes políticas que cuestiona en sus discursos, quienes hoy lo acompañan parecen no estar dispuestos a tragarse todos los “sapos”, con tal de llegar al poder el próximo año.
Fue tanta la polémica que lo criticaron desde escuderos fieles como Margarita Rosa de Francisco, hasta el senador Iván Cepeda. “Las elecciones se pueden perder, pero no la coherencia ética”, le recriminó este último.
Tal fue el volumen de la polémica desatada, que Petro tuvo que salir a dar explicaciones, pero no desistió del acercamiento y ha tratado de justificarlo. “El Pacto Histórico es entre diferentes, si no, no es pacto. No estamos construyendo un partido”, dijo.
Y cerrando la tarde de este martes lo defendió. Dijo que Pérez nunca salió en sus investigaciones sobre paramilitarismo y “no está sindicado de actos de corrupción”.
A esta situación, se le suma la pelea interna que ha generado la decisión de tener listas cerradas a Congreso y la fuerte discusión sobre cómo será la conformación de las mismas.
Ante ese panorama de división que desató la relación Petro-Pérez, EL COLOMBIANO se dio a la tarea de recopilar las cuatro grandes inconsistencias que hay entre ambos líderes políticos y que han hecho que se genere tanta resistencia a esa alianza electoral.
La polémica Operación Orión, adelantada en la Comuna 13 de Medellín en 2002 –siendo Pérez alcalde– ha sido lo que más le han cuestionado a Petro ante la eventual alianza. Petro ha asegurado que esa operación militar fue un delito de lesa humanidad debido a las desapariciones de personas y participación de paramilitares, pero Pérez ha defendido que fue una operación pacificadora y en 2017 aseguró que no dudaría en repetirla.
La relación y visión sobre el expresidente Álvaro Uribe es la principal inconsistencia en la posible alianza entre Petro y Pérez, pues mientras que el primero ha sido un férreo opositor al uribismo y la de seguridad democrática, el segundo ha mostrado públicamente su admiración y cercanía con el exmandatario, tanto así que publicó en 2019 un libro al que tituló “Uribe, un soldado de la argumentación”.
Ambos han tenido una relación distinta con el gobierno de turno. Tras salir derrotado en 2018, Petro ha sido un crítico permanente de Iván Duque y lo ha llamado asesino. Por su parte, Pérez –siendo gobernador– trabajó de cerca con Duque y lo respaldó mientras se cruzaron por su apoyo en temas como el desarrollo de la infraestructura de Antioquia.
La aspersión de glifosato sobre cultivos ilícitos es un tema en el que han pensado distinto. Petro ha asegurado que es un método mortal, mientras que Pérez le pidió en 2018 al presidente Iván Duque que en Antioquia se hiciera esta fumigación con helicópteros
Periodista, apasionado por la historia, la geopolítica y los documentales. Hago preguntas desde que tengo uso de razón. Egresado de la Universidad Eafit.