Después de meses de debates, entrevistas y diferencias públicas con sus contendientes, Jorge Iván Ospina resultó elegido como alcalde de Cali para el período 2020 – 2023. Lo hizo con la coalición Puro Corazón por Cali, una alianza que le garantizó el apoyo de las maquinarias políticas, pues contó con el aval de la Alianza Verde, del partido de La U, del partido Liberal, del Polo Democrático Alternativo y de un sector de Cambio Radical.
Con este apoyo, y también con el precedente de su primera alcaldía entre 2008 y 2011, Ospina superó a sus principales contendientes: Roberto Ortiz Ureña, que se lanzó con el apoyo del grupo Firmes con El Chontico y que aceptó la curul en el concejo dada por el estatuto de la oposición, y Alejandro Éder Garcés, avalado por el grupo Compromiso Ciudadano por Cali. Ospina obtuvo 298.020, es decir, 37,93 % de los votos.
A pocos días de iniciado su nuevo cuatrienio al frente de la capital del Valle, Ospina habló con EL COLOMBIANO sobre temas como la movilidad y la seguridad, así como el proceso judicial que enfrenta por supuestas irregularidades en la contratación.
¿Qué diferencias encuentra con la ciudad entre la primera vez que fue alcalde entre 2008 y 2011 y ahora?
“Encuentro una diferencia con nuevos desarrollos institucionales; con una reforma administrativa que da más capacidad resolutiva; con un mayor gasto público en servicios personales; con un endeudamiento de $ 500 mil millones para asumir en corto plazo; con leyes, como la que hace de Cali un distrito especial, para implementar; y también me encuentro con un país en el marco del acuerdo de paz, que visibiliza problemáticas distintas a cuando estábamos en conflicto”.
¿Y cuáles serán los retos principales con los que usted se encontrará?
“Son los retos de la reconciliación de la ciudadanía. Tenemos que adelantar una reconciliación ambiental y pensar nuestro trabajo en el marco de crisis ambiental. De reconciliación en el posconflicto: atención a víctimas y a quienes fueron de fuerzas sublevadas, y una responsabilidad con respecto a Cali como sitio de recepción. Reconciliación en el uso eficaz y honesto de todo recurso público, incorporando los preceptos de la consulta anticorrupción en nuestro plan de desarrollo. Reconciliación de la movilidad sostenible, porque hoy estamos agotados y al borde del colapso. Y por último, reconciliación en calidad educativa, porque ahora no es la mejor”.
¿Qué papel tendrán partidos que lo respaldaron?
“Los partidos van a gobernar conmigo y tendrán la responsabilidad de cogestionar. El Partido Liberal, el partido de La U, la Alianza Verde y el Polo estarán representados”.
La seguridad siempre es un tema coyuntural en Cali, más teniendo en cuenta lo que ocurrió en la ciudad durante el paro del 21 de noviembre, ¿a qué le pondrá el foco?
“Se han reducido los homicidios considerablemente, hay una tendencia descendente y creo poder mantenerme en esa política que ha posibilitado su descenso. En lo del paro fue un proceso, digamos no fortuito, pero especial, que tiene que ver mucho con redes sociales, con el malestar general. La situación estuvo enmarcada en un tema mediático; no es algo que yo diga que esté desbordado”.
¿Se ha planteado cómo será las relaciones con otras ciudades capitales? Y en el caso de Medellín, ¿hay interlocución con Daniel Quintero?
“Hemos conversado y nuestra intención es que los alcaldes de las ciudades capitales, como Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, busquemos una ley para tener mayor descentralización y autonomía, basados en el estatuto que hoy tiene Bogotá. Las conversaciones con Daniel Quintero, con Jaime Pumarejo (Barranquilla) y con Juan Carlos López (Popayán) han sido para que podamos construir un proyecto de ley que nos dé la oportunidad de mayor autonomía”.
Ya ha tenido reuniones con el presidente Duque, ¿cómo será la interlocución con él?
“Va a ser fluida, consolidada, de apoyos mutuos. Nosotros complementaremos el plan de desarrollo nacional, en cuanto a la economía naranja y a la calidad educativa”.
Usted enfrenta un proceso judicial por un contrato que sería irregular, ¿este proceso cómo podría afectar el desarrollo de su alcaldía?
“No va a afectarla en lo más mínimo. Es un tema en el que sabemos exactamente lo realizado entre 2008 y 2011, y confiamos en la justicia”.
¿Cree entonces que a medida que avance el proceso, este no afectará la postura de los caleños ante su gestión?
“Ha sido un asunto complejo, mal pensado, mal planteado, mal desarrollado, porque soy consciente de los eventos de mi primera alcaldía. No afectará absolutamente nada. Y es muy extraño que a 15 días de elección me convoquen para una audiencia para 15 días después y luego, la posterguen. Eso expresa la fragilidad del proceso”.