Tras el mazazo que recibió la estructura de justicia en Colombia con las acusaciones de corrupción que van desde la Corte Suprema hasta el Congreso de la República, la senadora liberal Viviane Morales dio a conocer este jueves una propuesta de una constituyente que reforme todo el aparato judicial del Estado.
Según argumentó Morales, como el Congreso no tiene los dientes para generar una Reforma a la Justicia de fondo, pues dice que “los magistrados empiezan a presionar” a los congresistas con investigaciones, la solución estaría en una Constituyente para arreglar la mala formulación de la Constitución de 1991, que es la que permite las roscas en los tribunales.
Inmediatamente, las reacciones no se hicieron esperar. En las últimas semanas, la palabra “Constituyente” suele aparecer en las noticias en frases que incluyen las palabras “represión” y “dictadura”, por lo que viene ocurriendo en Venezuela con el régimen de Nicolás Maduro.
Sin embargo, en Colombia no es una idea descabellada ni poco usada. Figuras públicas totalmente opuestas como el expresidente Álvaro Uribe, el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro y hasta el jefe negociador de las Farc, Iván Márquez, las han mencionado como una idea que se podría utilizar en el país.
Empecemos por lo básico, al igual que en Venezuela, la idea central de una Asamblea Constituyente es reformar y elaborar una nueva carta magna que oriente los destinos del país, citando el tan mentado por Maduro “constituyente primario”, que es la representación máxima del pueblo colombiano.
Un peligro
Sin embargo, el asunto no es tan sencillo y puede fácilmente salirse de control, como lo resalta el experto en temas constitucionales Andrés Úsuga Marín.
“Es una caja de pandora”, explicó, pues “aunque suena fácil de proponer, pero se nos olvida que el constituyente primario, es ilimitado”.
Esto quiere decir que si se convocara una Constituyente limitada u orientada hacia solo una parte del Estado (en este caso, para la justicia), esta misma célula puede declararse onmipotente e ilimitada, pues tal como ocurre en Venezuela, está por encima de todos los poderes.
“De una constituyente puede salir cualquier cosa”, concluye.
Problema de forma y no de fondo
Era un dicho usual antiguamente decir que Colombia es un país de leyes. Esto quiere decir, según Úsuga, que “tenemos un fetiche normativo y creemos que creemos nuevas leyes vamos a resolver el problema y eso no ha sido nada efectivo. No es creando normas sino modificando la cultura”.
Si bien reconoce que existen problemas estructurales que nunca se admitieron después del nacimiento de la Constitución del 91 “que no se reconocieron hasta que empezaron los problemas con la Procuraduría de Ordóñez y la Fiscalía de Montealegre”, insiste en que es más importante enfocarse en una cultura de la legalidad.
Otras peticiones de Constituyente en Colombia
Álvaro Uribe Vélez
La propuesta del senador ocurrió mientras se discutía el proyecto de acto legislativo para la paz, sin embargo, enfatizó que sería limitada, con los riesgos que conlleva.
“¿Entonces no ser mejor proponer una Constituyente? Una Constituyente limitada a los acuerdos de La Habana, de elección popular, que lo ratifique, lo reforme, les adicione, les quite. ¿Por qué? Yo siempre he tenido duda de las Constituyentes, me parece que la Constitución del 91, en términos generales, fue un buen logro; pero el procedimiento mediante el cual se convocó aquella elección es un procedimiento muy peligroso, como antecedente para la vida institucional, porque se inventaron esa manera de reformar la Constitución o de convocar a una Constituyente invocando el artículo 121 de la época. Cosas del pasado”, argumentó Uribe en declaraciones que recogieron los medios nacionales.
Iván Márquez
La Décima Conferencia de las Farc, que marcó el inicio del proceso de regreso a la vida civil, culminó con la insistencia en la realización de una Asamblea Nacional Constituyente, según el discurso del jefe negociador de los Acuerdos de Paz, Iván Márquez.
“La Constituyente realmente es el espacio más idóneo para sellar el pacto de paz con el que han soñado los colombianos durante tantos años. Nosotros confiamos mil veces más en el constituyente primario que en poder constituido. El pueblo soberano es la autoridad legítima de la nación y nosotros nos someteremos a la voluntad popular”, explicó.
Gustavo Petro
A lo largo de su campaña presidencial, el exalcalde de Bogotá Gustavo Petro ha insistido en que de la mano de su propuesta va la instalación de una Asamblea Constituyente.
“Creemos necesario que el proceso desemboque en una constituyente de elección popular que discuta el rumbo de la salud, la educación, la justicia y el territorio, variables que no fueron suficientemente analizadas en 1991 y cuya ausencia de las discusiones políticas ha permitido que la violencia se perpetúe. Por eso invitaremos a introducir una papeleta voluntaria, no vinculante y similar a la séptima papeleta, para pedir una constituyente”, le dijo este año a la revista Semana.
Alejandro Ordóñez
Con el mismo fin de reformar la justicia, el exprocurador y candidato presidencial Alejandro Ordóñez propuso convocar una constituyente que “corrija” el actual diseño institucional.
“Estamos abocados a una asamblea nacional constituyente. El próximo presidente no puede gobernar con el actual diseño institucional”, manifestó Ordóñez al diario El Tiempo.
Tal mecanismo estaría especialmente enfocado en la Rama Judicial, que en consideración del exprocurador, “no se ha querido dejar reformar”.
Piedad Córdoba
Históricamente en línea con el gobierno venezolano, la precandidata liberal Piedad Córdoba aseguró ser partidaria de una Constituyente que modifique la estructura estatal.
“Yo, por ejemplo, soy partidaria en el futuro de que adelantemos una posible constituyente que dé cuenta de la posibilidad de quitarle tanto privilegio a los que lo tienen que no permiten que este país progrese”, aseguró en varias emisoras.
Comisión Interinstitucional de la Rama Judicial
En pleno fervor por el proyecto de reforma al equilibrio de poderes, este ente que componen los presidentes de las altas cortes, el fiscal general y un representante de los funcionarios y empleados de la rama, dijo estar a favor de una Constituyente, también limitada al tema de la justicia.
Uno de los principales partidarios de esa vía es el hoy señalado exmagistrado Leonidas Bustos, acusado de torcer sentencias a cambio de pagos. En aquel entonces, atacó la reforma, sustentando que “es improvisado en cuanto al diseño de las nuevas entidades que reemplazarán al Consejo Superior de la Judicatura, puesto que las tareas son repartidas indiscriminadamente en un amplio grupo de entidades lo que, sin duda, causará mayor caos”.