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Si es “dulce” a los mosquitos, le interesa

Actualizaciones sobre por qué lo pican, así como investigaciones para detenerlos.

  • Si es “dulce” a los mosquitos, le interesa
  • Insectos de diferentes regiones de Antioquia en el Laboratorio De Genética Molecular (Genmol) de la UdeA con los que se busca establecer la variación genética de uno de sus receptores de olor. FOTO Julio césar herrera
    Insectos de diferentes regiones de Antioquia en el Laboratorio De Genética Molecular (Genmol) de la UdeA con los que se busca establecer la variación genética de uno de sus receptores de olor. FOTO Julio césar herrera
19 de abril de 2019
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Diminutas hembras de mosquito son seducidas por humanos más que por cualquier otro animal. Los machos, por su parte, pueden vivir sin picar, pero ellas no pondrían huevos sin las proteínas de la sangre. Se les hace más difícil si su víctima u hospedero es peludo; por eso en humanos la tarea es “pan comido”.

Estos minúsculos insectos son arquitectos de mucho sufrimiento: matan a 700.000 personas al año. Son responsables de más muertes humanas que cualquier otro animal en la Tierra, incluidos otros humanos; lo hacen sin intención, aunque suene obvio. “El virus se aprovecha de la necesidad que tiene de alimentarse de sangre”, dice Sebastián Pino, biólogo e investigador del grupo Genmol de la Universidad de Antioquia.

En la sangre los seres humanos tienen un aminoácido específico que resulta altamente atractivo para la Aedes aegypti por su aporte proteínico para madurar los huevos que incuban en su abdomen. Este, de 4 milímetros de largo, es responsable de enfermedades insoportables como el dengue y el chikungunya, así como del brote del zika (ver glosario) y la fiebre amarilla.

Le tocó ser el “dulce”

¿Por qué hay quienes parecen imanes para esos pequeños? Seguro que se ha preguntado por qué siempre se fijan precisamente en usted.

La popular frase es un mito probablemente basado en la preferencia de algunos insectos polinizadores (entre ellos los mosquitos macho) por las flores con néctar dulce.

Pino cuenta que hay estudios que aseguraban haber encontrado indicios de que los mosquitos de la especie Aedes albopictus (los mosquitos tigre) prefieren a las personas de grupo sanguíneo O sobre los grupos A, B o AB. Sin embargo, aclara que no existen evidencias convicentes de que este comportamiento sea universal.

Este investigador en genética evolutiva y de vectores avanza en un trabajo que pronto someterá a publicación en el Journal of Biology en el que ha encontrado una tendencia –que deberá corroborarse ampliando la muestra de mosquitos evaluados– sobre la relación entre la ancestría como otro factor que hace a una persona vulnerable. Entonces, si no es el azúcar en la sangre ni tampoco el grupo sanguíneo, ¿por qué lo prefieren? Hay más razones, no es una sola.

Elija a otro, mosquito

Diferentes especies prefieren unos animales sobre otros, y en el caso de los humanos, también se sienten atraídos por diferentes cosas. Jonathan Day, profesor de entomología médica en la Universidad de Florida en Vero Beach le dijo a Noticias NBC que los estudios de laboratorio sugieren que el 20 % de las personas son altamente atractivas para ellos.

¿Qué es lo que ven y huelen los mosquitos en los humanos? Varias cosas:

La temperatura que emite su cuerpo

Esta puede hacer una diferencia. Dice Iván Darío Vélez, director del grupo de investigación Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales (Pecet), de la Universidad de Antioquia, que “los mosquitos tiene preferencia por la sangre caliente y hay personas que tienen mayor temperaturas que otras”. Ya que no todas tienen la misma temperatura corporal, si la suya es más cálida, esto los hace sentirse irresistiblemente atraídos.

No respire: cada exhalación los atrae

La frecuencia respiratoria normal de un adulto que esté en reposo oscila entre 12 y 16 respiraciones por minuto.

Varias oportunidades para que un mosquito lo detecte como un blanco al oler el dióxido de carbono emitido en su respiración a una distancia de hasta 50 metros. Ellos usan un órgano llamado palpador maxilar para hacer esto. Los investigadores han demostrado que las personas que simplemente exhalan más gas a lo largo del tiempo atraen más que otros.

Ser grande en complexión probablemente lo hará más vulnerable, pero no porque tenga más espacio donde ellos puedan aterrizar, sino porque genera más gas del que les atrae.

Diferentes estudios como el publicado en Annals for tropical medicine and parasitology en 2004 han encontrado que las mujeres embarazadas atraen aproximadamente el doble de picaduras de estos seres que otras, probablemente como resultado del hecho de la desafortunada confluencia de dos factores: exhalan un 21 % más de dióxido de carbono y en promedio están a uno 1,7°C más cálidas que los demás.

El cúmulo de bacterias de su piel

Estas también juegan un papel a la hora de atraer algunas especies. Otra investigación publicada en la revista PlosONE en diciembre de 2011 sugiere que los tipos y volúmenes particulares de bacterias que viven naturalmente en la piel humana afectan su interés. De hecho, hay algunos que se sienten especialmente atraídos por las zonas del cuerpo con mayor flora bacteriana, como los pies.

Su característico olor corporal

Trescientas cincuenta sustancias diferentes pueden emitir los seres humanos por lo que cada uno tiene un aroma particular. Algunas de ellas les llaman la atención a estos pequeños, y otras no. Se ha demostrado, dice Pino, que el ácido láctico, el ácido úrico o el amoníaco presentes en su sudor lo hacen un buffet irresistible para algunas especies.

El ácido láctico se genera por el ejercicio físico, pero la proporción de ácido úrico es un factor genético y otras sustancias que atraen a los mosquitos dependen también de la alimentación.

En 2011 David Kelly, en aquella época investigador del grupo Grupo de comportamiento de insectos y ecología sensorial de la Universidad de Oxford, propuso una hipótesis curiosa. Sugirió que el olor no es fundamental, y lo que realmente le importa al mosquito que lo aguijonea en el tobillo, no son los olores que está desprendiendo, sino que el sabe que allí podrá terminar de comer sin ser aplastado. Debido a esto, es mejor que ataque a animales menos defensivos, en lugar de más defensivos, y por lo tanto están predispuestos a morder presas perezosas o distraídas como los humanos.

Su ancestría también podría influir

De acuerdo con la investigación en la que actualmente trabaja Pino, el biólogo usó la secuenciación para establecer la variación genética en un receptor de olor en 900 mosquitos de diferentes regiones de Antioquia. “Estadísticamente la significancia estuvo más inclinada hacia personas con ancestría africana y amerindia”, contó el especialista. No obstante, advierte que seguirán estudios en los que se aumente la muestra y se disminuyan las condiciones de sesgo.

Así que no se preocupe, no existe una sola condición que explique por qué los mosquitos lo acribillaron a usted, lo eligieron, y en cambio ese que iba al lado se quedó como si nada, sin un solo rojito en la piel, aunque sus pantalones estuvieran más cortos que los suyos

3.000
especies de mosquitos se conocen en el mundo. La mayoría viven de plantas.
6 %
de las especies de mosquitos, chupan sangre humana. Solo las hembras.

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