La costumbre de ser mala persona
Por Azahara Palomeque
El metro de Filadelfia, como casi todo el transporte público de Estados Unidos, se convierte, una vez transcurrida la hora punta, en una suerte de antro que acoge a los seres más desarrapados del lugar, los más pobres o débiles según el patrón ideológico dominante, los menos aptos para la supervivencia. En la ciudad desde la que escribo,...