Peor, imposible
Entre todas las numerosas opciones que Putin tenía en su mano, el presidente ruso ha escogido la peor. Desde 1940 no se había producido una agresión injustificada, en contravención de toda la legalidad internacional y de los tratados internacionales, y abiertamente criminal, por parte de una potencia militar, la segunda del mundo, contra un país vecino, soberano...