Un vídeo de tu vida entera
Hay un deporte universal que todos practicamos, por perezosos y poco atléticos que seamos: intentar cambiar la forma de ser del prójimo. Empezamos a foguearnos con los padres y alcanzamos nuestras más altas cotas de entrega y dedicación con los hermanos, amigos, pareja e hijos. Lo que no es obstáculo para exigir tercamente que los demás nos quieran tal y como...