¡No más!
Como si con una carta a la FAO (otra mala salida, una más, de la vicepresidenta Ramírez) se acabara el hambre y la pobreza en la Colombia desigual e injusta.
Hay veintiún millones de pobres, siete millones en la pobreza extrema, y creen que terminan todos los días con la barriga llena.
El día a día es incertidumbre para la mayoría, solo los privilegiados tienen...