En el segundo piso del Centro Colombo Americano –centro de Medellín– los líderes de 33 círculos de lectura esparcidos en el Caribe, el Pacífico y la Amazonia colombiana se reunieron para concluir la programación de la Biblioteca de Literatura Africana, una iniciativa de la Corporación Manos visibles.
Del 21 al 27 de enero, los gestores culturales asistieron a conferencias y charlas articuladas en bloques: escritura creativa, gestión y búsqueda de recursos para iniciativas literarias, literatura y equidad racial.
Además, conocieron de primera mano las vivencias de las distintas experiencias bibliotecarias de la ciudad: la de Comfama, la de Ratón de Biblioteca y la de Rebipoa (Red de bibliotecas populares y comunitarias de Antioquia).
Le puede interesar: Entre la quiebra y la violencia: el día a día de las bibliotecas populares
Los eventos de estos días son un broche al cronograma de trabajo virtual en el que 130 personas conversaron sobre las obras de autores africanos y de la diáspora.
En ese proceso –de casi un año– los participantes leyeron catorce libros de once escritores. Leyeron, por ejemplo, Un hombre de pueblo, del nigeriano Chinua Achebe; Descolonizar la mente, del keniata Ngũgĩ wa Thiong’o; Volver a Casa, de la ghanesa-americana Yaa Gyasi, entre otros títulos. La intención de las lecturas iba más allá del entretenimiento o de la erudición literaria. “Quisimos que los participantes encontraran conexiones entre las obras y los territorios colombianos”, dice Valeria Brayan Álvarez, coordinadora de cultura de Manos visibles. Ese fue el primer tramo del proyecto: el segundo fue el viaje de los líderes a Medellín.