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“Tengo una idea, escribo una historia, busco los actores y luego ruedo”. Con esas palabras escuetas describió Woody Allen este viernes en Cannes, la mecánica de la disciplina que se ha impuesto de entregar una película cada año, en un ejercicio de creatividad sin par en el mundo actual del cine.
El hombre irracional es el título de su nuevo trabajo puesto a consideración de un público cinéfilo que lo ama y lo respeta como a pocos.
El actor Joaquin Phoenix encarna a un profesor de filosofía que llega a enseñar en un escuela del este norteamericano. Las dudas morales del docente corren por cuenta de la distancia que encuentra entre la especulación teórica y la vida real, lo que lo lleva a cometer un asesinato para limpiar el mundo de un ser humanamente despreciable.
Cercana por el tono de sus preocupaciones a títulos de su filmografía como Crímenes y delitos o Match point, el alcance de la obra resulta menor al no funcionar con suficiencia la motivación del crimen ni la forma como llega a conocerse y resolverse.
Queda la maestría de la dirección y la forma de enseñarnos que el cine no existe sin los actores, esta vez con la hermosa Emma Stone a bordo.
A tres días de su inauguración, la edición de Cannes del 2015 no toma vuelo. Una apertura francamente menor con el filme francés La cabeza arriba de Emmanuelle Bercot y el insoportable regreso, por lo menos para la gente de mi generación, de George Miller a un nuevo eslabón de la serie de Mad Max con la frialdad y la esterilidad de una violencia que parece copiada de los juegos de playstation.
Los únicos momentos memorables hasta el día de hoy pertenecen a dos filmes japoneses de tono íntimo y reposado: Nuestra pequeña hermana de Hirozaku Kore-Eda, de nuevo una historia de familia sin pretensiones de grandes conflictos y aplicada a trazar un entrañable a cuadro de costumbres, primer punto alto de la competencia por la Palma de Oro, y An de Naomi Kawase que abrió con gran altura el apartado de Un certain Regard.
Una pregunta al día en la sala de prensa del festival tiene que ver con el cine colombiano. Los críticos y periodistas quieren saber algo de lo que se esconde tras el hecho sin antecedentes de contar el país con tres películas en las competencias de Un Certain Regard, La Quincena de los Realizadores y la Semana de la Crítica y una cuarta en los proyectos del Atelier.
El abrazo de la serpiente de Ciro Guerra fue la primera en aparecer los días 15 y 16 de mayo, el lunes 18 lo hará La tierra y la sombra de César Augusto Acevedo y cerrará Alias María de José Luis el martes 19. Veremos lo que queda al final para nuestra cinematografía de esta soñada primavera francesa.