viernes
7 y 9
7 y 9
Por un momento imagine que es inmortal. Que ha pasado por varias guerras y ha visto algunos hechos históricos. Acumula cumpleaños en su vida, ve morir a su familia, a sus amigos y debe huir porque ese es su secreto. No hay muchos como usted. Esa es parte de la trama de The Old Guard (La vieja guardia), protagonizada por la actriz Charlize Theron, quien interpreta a la mayor de los inmortales.
Su personaje, Andy, siempre dice que tiene “muchos años”, pero le es difícil decir cuántos. “Es que ella está cansada, ha estado presente por 6.000 años, ha visto el daño que la humanidad ha hecho por siglos y se encuentra preguntándose cuál es el propósito de la vida”, contó la actriz en una conversación vía Zoom con EL COLOMBIANO.
De estreno
La vieja guardia, basada en el cómic de Greg Rucka y Leandro Fernández, llega al cine con el mismo Rucka como libretista. Se estrena el viernes 10 de julio en Netflix y uno de sus mensajes es la unión de ese grupo de inmortales.
Para Theron que eso resuene en el público justo en este momento puede ser muy bello. “Creo que ahora más que nunca es algo que llega fuerte con todo lo que está sucediendo en el mundo, social y culturalmente hablando. La cinta puede mostrar ese agotamiento de ver cómo la historia se repite una y otra vez, y con dolor y pena”.
Su carrera
Activa en el cine desde 1995, con 44 años, 63 papeles, tres nominaciones al Oscar (lo ganó en 2004 por Monster: Asesina en serie), Charlize Theron considera, al hacer una retrospectiva de su profesión, que está bastante claro que le gustan todos los géneros, “y eso ha generado sorpresa. Cuando hice Nuestros sueños con Seth Rogen, la gente no pensó que me vería en una película como esa, o en Rápidos y Furiosos, solo me veían como una actriz dramática. Disfruto de cualquier trabajo porque me encanta también ir al cine”.
Theron ha hecho drama, ciencia ficción, fantasía, acción, comedia, romance y suspenso. “no significa eso –aclara– que busque un género en concreto. Lo que realmente me mueve es encontrar buenas historias”.
Y sobre esa capacidad de cambiar, de aspecto, de rol, casi como un camaleón, dice que “todos los actores, la mayoría al menos, siempre buscan ser versátiles. Para mí hay un elemento de sorpresa. Y no es sólo para quien me ve, es para mí misma, en cierta forma hasta egoísta. Me gusta sorprenderme a mí misma. Quiero poder enfrentarme a cosas que no sienta que puedo hacer con los ojos cerrados. Ese reto siempre ha sido lo que más me impulsa. Cuando encuentro esos personajes e historias siento que valen la pena ser contadas, y que resultan emocionantes para explorar a nivel humano. Eso es lo que más me emociona”
- ¿Y sobre el cambiar su look?
- “El hecho de cambiar mi cuerpo o mi look, lo aprendí en mi carrera como bailarina. El nivel de gozo que yo saco con eso me da un sentido de libertad para interpretar los personajes sin sentir que soy un peso muerto sobre mí misma. Hay momentos en los que quiero habitar no sólo el interior de un personaje, sino su exterior. Soy una de esas actrices que, para un papel, encuentra gran ayuda en pasar también por una transformación física”.
También precisó en esta conversación que le gusta trabajar con personas con las que realmente quiere estar. “Estoy en una época de mi vida en la que quiero a mi lado gente que me desafíe, que me enseñe, estoy constantemente buscando personas que me hagan consciente de algo nuevo”.
En esa búsqueda llegó el papel de Andy y sus nuevos compañeros de reparto: Chiwetel Ejiofor y KiKi Layne (ver protagonista). Además su directora, Gina Prince-Bythewood. Es además productora de la película y a la hora de actuar se preparó intensamente, mucho gimnasio y enfoque, “trabajar duro y en los detalles”, concluyó.