<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Siga en vivo las conferencias del Festival Gabo 2016

El Premio y Festival García Márquez de Periodismo va de hoy al sábado. Aquí hablan dos de los fiesteros.

  • Luzángela Arteaga estará en “Detrás de Noticia de un secuestro”. Salón Restrepo, Jardín Botánico, hoy, 4:30 p.m. FOTO Premio Gabo
    Luzángela Arteaga estará en “Detrás de Noticia de un secuestro”. Salón Restrepo, Jardín Botánico, hoy, 4:30 p.m. FOTO Premio Gabo
  • A. O. Scott tiene 50 años, y comenzó su carrera en la revista New York Review of Books. FOTO cortesía premio gabo
    A. O. Scott tiene 50 años, y comenzó su carrera en la revista New York Review of Books. FOTO cortesía premio gabo
29 de septiembre de 2016
bookmark

Para comenzar a hablar del Premio y Festival Gabriel García Márquez, que se efectúa de hoy al sábado, en Medellín, nada mejor que las palabras de una periodista que participó en la investigación de Noticia de un secuestro, del Nobel colombiano y las de un crítico de cine. Nada mejor, repetimos, porque ambas, el periodismo y el cine fueron grandes pasiones del escritor de Aracataca.

La periodista Luzángela Arteaga afirma que, en el tiempo durante el cual investigó los hechos que rodearon los secuestros de Maruja Pachón, Marina Montoya, Pacho Santos y otros, a manos de Los Extraditables, recibió consejos del Nobel, pero nunca de la forma tradicional, sino que “estaban envueltos en sus guías, en sus exigencias, en su forma de trabajar, en la pasión que ponía a su trabajo”.

Los periodistas estamos acostumbrados a investigar para nuestros escritos y no tanto para el de otro periodista. ¿Cómo fue eso?

“Tiene usted razón, pero en este caso, trabajar para otro periodista... para éste periodista, no fue de ninguna manera un rol difícil de asumir. Por el contrario fue una maravillosa oportunidad que me dio la vida y desde el primer momento lo interioricé como un irrepetible e intensivo taller de periodismo que le dictó a una única alumna, un periodista y escritor excepcional que además es nuestro Nobel de Literatura. Fui y sigo siendo una privilegiada”.

¿Cómo realizaba la investigación? ¿En archivos o entrevistando a personas conocedoras de los hechos?

“Fue un ejercicio en el que se consultaron múltiples fuentes. Muchas, muchísimas horas de investigación en la hemeroteca y en los archivos de muchos medios de comunicación que desprevenidamente apoyaron la que creyeron una investigación cualquiera. Muchas horas más en el archivo sonoro de Caracol, que se convirtió en fuente invaluable de información porque fue posible revivir con todo detalle cada momento, y escudriñar el sentir de las familias de los secuestrados y después de los secuestrados mismos. Y además entrevisté a muchos expertos, a personas que conocían los hechos, y charlé con muchos colegas que me contaron sus propias historias”.

Se trataba de un tema complejo del que no muchos querrían hablar. ¿Cómo sorteaba tal dificultad?

“El maestro hizo medio centenar de entrevistas incluyendo las de todos los protagonistas. Ellos y sus familias en un increíble acto de desprendimiento decidieron perturbar de nuevo su tranquilidad para contarle lo que vivieron, lo que sintieron, lo que les hicieron. Por mi parte entrevisté a muchos funcionarios del gobierno de entonces y personas involucradas que por fortuna no fueron víctimas de esos terribles hechos, pero sí fueron testigos de excepción de lo que ocurría en el país o conocedores y expertos en diversos temas que se requerían para complementar los textos”.

¿Gabo y usted corrían contra el reloj para que el trabajo saliera oportunamente? ¿Sentía usted esa presión? ¿Cómo lograr celeridad y precisión? ¿A qué horas cotejaban la información?

“No. Por fortuna el momento estimado para “que el trabajo saliera” como usted dice, era sencillamente el momento en que “el trabajo” estuviera listo. La presión fue constante pero no por la premura del tiempo, sino por la responsabilidad que tenía. Fue una investigación juiciosa, los datos estaban en su mayoría respaldadas por documentos físicos, archivos, audios, respuestas oficiales a decenas de derechos de petición. Obtuvimos también versiones que el maestro evaluaba cuidadosamente y sobre las que me sugería nuevas acciones, consultas o investigaciones para corroborar, que de no lograrse sencillamente se excluían”.

De Noticia de un secuestro se han hecho muchos comentarios. Unos elogios, porque muestra cómo un hecho histórico se tornó literario. Otros se han dedicado a buscar y encontrar errores. ¿Usted cómo habla de tal experiencia?

“El maestro pasó tres años tratando que no existiera ningún dato falso en el libro... Yo lo acompañé casi dos años en esa empresa. Trabajó un reportaje con todas sus reglas; la principal de las cuales es que no hay invención.

Efectivamente él se empeñó en no escribir una línea imaginaria y doy fe de que, como él mismo lo afirmó, los datos que el libro contiene fueron comprobados “hasta donde fue humanamente posible”, teniendo en cuenta las restricciones que teníamos por la confidencialidad con que trabajó durante todo ese tiempo”.

John Saldarriaga Londoño

Envigadeño dedicado a la escritura de periodismo narrativo y literatura. Libros de cuentos: Al filo de la realidad y El alma de las cosas. Periodismo: Contra el viento del olvido, en coautoría con William Ospina y Rubén López; Crónicas de humo, El Arca de Noé, y Vida y milagros. Novelas: Gema, la nieve y el batracio, El fiscal Rosado, y El fiscal Rosado y la extraña muerte del actor dramático. Fábulas: Las fábulas de Alí Pato. Premio de la Sociedad Interamericana de Prensa.

Sebastián Aguirre Eastman

Colaborador. Comunicador Social Periodista U. de A., Especialista en Gerencia del Mercadeo UPB.

Te puede interesar

Las más leídas

Regístrate al newsletter