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La historia del Biblioperrito, un libro infográfico sobre un perrito que lee, empieza como la mayoría de los cuentos infantiles que se escribieron en el siglo XIV: hace mucho tiempo, en Bogotá, un perro criollo andaba por las calles sin collar y sin dueño, flaco, hasta que alguien lo rescató, aunque no con el ánimo de quedárselo, sino que alguien pudiera acogerlo. Los celadores de uno de los parques que frecuentaba intentaban que se fuera de ahí a punta de gritos y patadas.
Ese alguien casualmente conocía a Andrés Barragán y a su esposa, Olga Nieto, un par de personajes que después de casarse y habitar una casa llena de libros, tuvieron el plan de adoptar a un animal acompañante, por lo que tras ver las fotos que rodaban en Facebook con la historia de ese perro decidieron llamarlo Rigoberto y quedárselo. Sin embargo, ninguno de los tres se imaginaba que ese era el inicio de un proyecto editorial.
Andrés, que de chiquito fue fanático de los libros, y que de grande pudo dedicarse a ellos de manera profesional (es el fundador de .Puntoaparte Editores, “una empresa especializada en libros infográficos” que funciona desde hace 17 años), tuvo la idea de crear a Biblioperrito, luego de que Rigo tumbara un montón de libros y se acostara sobre ellos.
“Yo vi esa escena, eso fue más o menos en el 2020, y dije: ‘Qué tal un perrito que lea y que permita celebrar los libros, la lectura y todo lo que pasa con esas lecturas’. Le di muchas vueltas a esa idea hasta que llamé a uno de los ilustradores de .Puntoaparte, a Sebastián Calderón, y le pedí que me ayudara a dibujarlo. Luego el proyecto se fue armando poco a poco, con el objetivo de ser una herramienta para que padres, profesores y eventualmente los bibliotecólogos encuentren una herramienta que genere en los niños ese amor por los libros”, cuenta Andrés quien, además, es quien escribe y describe las aventuras.
Actualmente la colección de Biblioperrito incluye dos libros, “Las aventuras de Biblioperrito” (2022), un tomo introductorio en la que se presentan a los personajes: un sabueso que solo piensa en leer y dos humanos a los que les encanta leerle, con la particularidad de que cada lectura sumerge al gran protagonista, de una forma vívida y aventurera, en escenarios excepcionales.
Y “Biblioperrito lee guías de aves” (2023), un libro mucho más robusto con el que se tenía la intención de celebrar el legado de los libros de avifauna. “Llamamos a Sergio Chaparro, un ilustre ornitólogo que nos asesoró sobre qué pájaros tomar, porque queríamos que fueran endémicos, pero también que nos posibilitaran ilustrar diferentes ecosistemas colombianos”, explica el autor.
En ambos volúmenes los trabajos de escritura, ilustración e investigación están intrínsecamente conectados; cada uno de estos aspectos necesitan de los otros dos para surgir dentro de las páginas que los componen.
Por ejemplo, en “Biblioperrito lee guías de aves” los criterios editoriales o científicos no se aplicaron como usualmente: el investigador hizo su trabajo y se lo pasó al escritor, el escritor trabajó con esa información y escribió un texto que luego le envió al ilustrador. Nada de eso. Con esta edición pasó que Sergio (en su función de ornitólogo), Andrés (en su función de escritor) y Sebastián (en su función de dibujante) lo armaron en conjunto.
Esta historia, por otro lado, ofrece la posibilidad de conocer las aves endémicas de Colombia; un código QR por cada una, que dirige hasta diferentes sitios web en los que se puede escuchar su canto; un listado de ecosistemas con su respectiva representación y, en general, la invitación a un ejercicio interesante de lectura compartida entre padres e hijos.
“Lo más bonito de todo este proceso editorial que ha implicado Biblioperrito es ver cómo los niños se conectan con el concepto. Espero que, en un largo plazo, Biblioperrito se signifique un amor por los libros para muchas personas”, añade Andrés sobre una colección que espera traiga consigo muchas aventuras más.
Periodista de medio ambiente de EL COLOMBIANO. En sus ratos libres se dedica a la lectura, al quehacer dibujístico y a la maternidad de gatos.