Hay un nuevo lugar para los libros en la ciudad desde esta tarde, cuando sean las seis y se inaugure justo a la entrada de la Biblioteca Pública Piloto, hablando de historia y escuchando un mariachi. Se llama Fernando del Paso, como el escritor y dibujante mexicano.
Y tiene mucho de México. Es la segunda librería en Colombia del Fondo de Cultura Económica (FCE), esa institución editorial del país manito que, según se describen ellos, edita, produce, comercializa y promueve obras de la cultura universal. La primera está en Bogotá.
La segunda se trata de una alianza entre el Fondo y la Biblioteca Pública Piloto. “Una que va a conjugar –dice Shirley Zuluaga, directora de la biblioteca– una apuesta para enriquecer las agendas de la ciudad y los programas en torno a temas de bibliotecas, librerías y del sector del libro en general”.
El funcionamiento
La alianza busca, precisa Shirley, seguir esos principios misionales de las dos organizaciones, como garantizar el acceso a los derechos culturales.
El marco general se firmó en septiembre de 2017 y se materializa, precisa Shirley, en un contrato de concesión del espacio y unos contratos con una periodicidad que será determinada por las dos partes. Además, por ejemplo, un porcentaje de las ventas de los libros será para una bolsa de recursos para organizar agendas comunes y públicas.
Porque Shirley comenta que si bien lo que se ve como acción física es la librería, lo más importante de esta conversación entre el fondo y la Piloto va más allá del lugar: se trata de enriquecer la agenda de la ciudad.
Lo fundamental, entonces, son los contenidos, en tanto la biblioteca, con su renovación física que espera ponerse en funcionamiento en octubre, tiene como intención un fortalecimiento de estos.
Según la directora, el convenio es vital en ese sentido para la biblioteca, que ahora le apuesta a un plan estratégico para seguir siendo epicentro cultural, de pensamiento e ideas, que también custodia la memoria y el patrimonio a través de sus colecciones. “Un espacio para el aprendizaje y la cocreación”.
José Carreño Carlón, director general del FCE, explica que funcionará como sus otras librerías y centro culturales, incluso los de México: “La misión no es hacer dinero, en el sentido de buscar beneficios para alguna de las partes. Son sociedades para cumplir una misión que está en la historia del Fondo: la formación lectora, que circule la obra de nuestros autores. No competimos con las demás editoriales”. Hace énfasis en que la biblioteca tendrá una librería plural, conectada con el sistema de librerías del Fondo. “La característica es propiciar la circulación de los bienes culturales de los países”.