No es la primera vez que Juan Carlos Osorio reconoce, tras una derrota, la superioridad del rival y sus equivocaciones en el planteamiento del partido y en la elección de los jugadores.
Volvió a suceder el miércoles después del (1-2) en el Atanasio Girardot frente a Tolima, cuando los visitantes hicieron añicos la zaga de Nacional. Y es que enfrentar con una línea de tres en el fondo a un adversario con más ritmo, que es “atlético”, rápido y que ataca con 3 y 4 hombres, es de riesgo.
Los hinchas se preguntan en las redes sociales: ¿Por qué no aprenden la lección?, ¿hay demasiada terquedad?, ¿no se trabaja la táctica defensiva con rigurosidad? Las respuestas están en el interior del equipo que en este momento, como aseguró Osorio en la rueda de prensa, le “preocupa todo”.
“Nos faltó competir al 100, sabíamos que Tolima se hace fuerte... El profesor ha sido claro en la idea que quiere. Creo que nos está costando corregir los errores y debemos darle vuelta a esto”, apuntó el arquero Aldair Quintana.
Reflexionando con algunos entrenadores de la región que prefieren no ser mencionados, aseguran que anteriormente ellos se ocupaban más de la táctica defensiva, en la que hay un principio de humildad porque se reconocen las bondades del rival, que del ataque. Este último, admiten, se lo dejaban al talento.
Hoy muchos elencos, incluso internacionales como Bayern de Múnich, le apuestan al juego ofensivo que, en determinado momento y así tengan grandes figuras, también puede fallar.
Nacional, por ejemplo, al verse presionado por Tolima arriba y desde el inicio del encuentro, no supo cómo salir jugando desde atrás y terminó lanzando balones aéreos, lo que favoreció a los espigados futbolistas pijaos.
Cuando todo esto pasa la solución está en buscar el equilibrio, algo que les faltó a los verdes en las dos últimas presentaciones.
A propósito, este diario le preguntó a Osorio cómo explica el retroceso tan grande que ha tenido su elenco tras el confinamiento y por qué cree que a otros equipos no se les ha notado tanto dijo que “la verdad no sé, quisiera tener la respuesta, pero no sé”.
Por ahora el estratega señala que revisará para ver si tiene que cambiar la idea de juego, o mejorarla. De lo contrario, seguirán expuestos a equipos que conocen sus debilidades y que los superan atléticamente, así las nóminas disten mucho en costos. Lo positivo es que hay tiempo para reaccionar.