1. Cuatro técnicos en 17 meses
Tras la salida de Reinaldo Rueda, junio de 2017, fue contratado Juan Manuel Lillo, quien llegó el 27 de ese mes. Solo duró 6 meses. Se fue el 5 de diciembre, tras quedar eliminado en cuartos de final del torneo. El 20 de diciembre nombraron a Jorge Almirón, quien llegó con bombos y platillos y no pudo celebrar una gran campaña; renunció el 20 de agosto de 2018.
Hernán Darío Herrera quedó encargado por 18 partidos entre Liga y Copa, llegando a la final de esta última y coronándose campeón. Logró cupo a fase previa de Copa Libertadores-2019. El 2 de noviembre fue anunciado el brasileño Paulo Autuori, quien llegó y dirigió el 2-2 ante Leones, quedando eliminado.
2. Reacomodo directivo
En los últimos 20 meses, Nacional cambió de presidente en tres ocasiones. Tras Juan Carlos de la Cuesta, quien estuvo en el cargo 7 años y salió el 28 de marzo de 2017, la junta directiva eligió a Andrés Botero Phillipsbourne, quien cumplió las funciones de presidente hasta el 8 de febrero de 2018.
En su reemplazo, el club designó a Juan David Pérez, directivo sin experiencia en el fútbol profesional, al igual que Botero. También, en los últimos meses, se dio la salida del gerente deportivo, Víctor Marulanda, quien se fue a Europa a formarse. El presidente Pérez ha reiterado que están en busca de un profesional que ocupe la vacante que dejó Marulanda.
3. Sín el título de la Superliga
El año arrancó para el club verdolaga con un sabor agridulce, pues aunque el título de la pretemporada en la Florida Cup auguraba un buen comienzo en el proceso del argentino Jorge Almirón, días después perdió el título de la Superliga ante Millonarios, tras empatar 0-0 en El Campín y perder en el Atanasio Girardot 1-2 ante los capitalinos.
En su momento, el capitán Alexis Henríquez pidió paciencia a la afición y declaró a Win Sports que “entendía el malestar por perder un trofeo con Millonarios. Pero hay que entender que estamos en nuevo proceso y seguro saldremos fortalecidos de esta derrota para hacer una gran temporada”. Gran deuda.
4. Perdió la final de la Liga 1-2018
El técnico Almirón logró mantener a Nacional en el primer lugar de la tabla de Liga-1 durante las últimas 11 fechas del todos contra todos. Luego superó al Cali en cuartos para llegar a semifinal ante Huila. Tras dos empates sin goles, superó al elenco opita por penales 4-2 para instalarse en la final. El título lo disputó ante Tolima; en Ibagué ganó 0-1 y en casa perdió 1-2 (y desde los once pasos cayó 2-4). “Necesitamos convencernos de los méritos que tuvimos para disputar la final y poder comprender y corregir los errores que nos costaron el título. Seremos protagonistas en el segundo semestre”, dijo en al inicio de este semestre el estratega argentino. Tampoco se cumplió.
5. Eliminación de la Copa Libertadores
Nacional, que buscaba volver a hacer una buena campaña en Libertadores tras quedar último en su grupo en 2017, cayó en octavos en esta edición, ante Atlético Tucumán de Argentina, el rival “a priori” más débil de los octavos y que a pesar de esto lo derrotó 2-1 en el marcador global. En la primera fase terminó primero en el grupo B con 10 puntos, seguido por Colo Colo y Bolívar, con ocho y Delfín de Ecuador, con siete. Pero la eliminación prematura fue un revés grande para el proyecto del argentino, en gran medida, por su reciente éxito al llevar a Lanús a la final de Copa, y se esperaba una campaña más cercana a lo que fue el título de 2016. No pasó nada.
6. Desacierto en contrataciones
Nacional contrató este año 15 jugadores y la mayoría no correspondió con un desempeño digno. Entre ellos, Omar Duarte, Camilo Zúñiga, Rafael Delgado, Reinaldo Lenis, Carlos Rivas, Juan P. Ramírez, quienes no hicieron diferencia. Entre los nombres que sí se destacaron están Helibelton Palacios, quien regresó a Selección, y Jorman Campuzano, sobre todo este último por quien el club hizo una inversión reciente de unos 1.300 millones para quedarse con su pase. 21 jugadores salieron del verde, la mayoría por no entrar en los planes deportivos. Para 2019 la hinchada pide salida de otros por bajo desempeño. Ese poco acierto desencadenó inestabilidad.
7. Bajo rendimiento de los referentes
En algunos casos las lesiones impidieron que jugadores referentes y llamados a ser protagonistas lograran estar en competencia con un gran nivel. Fue el caso de Daniel Bocanegra, Felipe Aguilar, Alexis Henríquez y Vladimir Hernández, ausentes en tramos importantes del año.
Otra de las bajas importantes del verde por lesión fue la del joven y eficiente central Carlos Cuesta.
Además de estas contingencias médicas hubo rendimientos intermitentes de jugadores como Aldo Leao Ramírez y el mismo Dayro Moreno, quien no se salvó de las críticas de la afición a pesar de ser el goleador del equipo. Su irregularidad y fallos en juegos cruciales fueron los motivos.
8. Indisciplina y salida de Dayro
El tema de Dayro Moreno empezó a causar malestar desde la salida de Jorge Almirón, quien al parecer no aceptó algunas faltas del jugador de Chicoral, Tolima (actos de indisciplina), quien se convirtió en intocable, gracias a que era el goleador del equipo (10 tantos en el presente torneo). Los rumores hablaban de malestar entre varios jugadores y de discusiones en camerino y entrenos. En la fecha 14, por la Liga Águila-2, ante el Cali en el Atanasio, la situación quedó expuesta: Jeison Lucumí y Dayro protagonizaron una pelea en la cancha que terminó con la expulsión del primero. Días después, Dayro fue licenciado y Lucumí tuvo una sanción menor.
9. Decisiones apresuradas
Ante la salida de Almirón, los directivos nombraron interino a Hernán Darío Herrera, para intentar recuperar el rendimiento de una plantilla lastimada. Con algunos movimientos en la nómina alcanzó el título de la Copa Águila. Tuvo iniciativas como la inclusión del sicólogo Luis Alfonso Sosa, quien fue importante para mejorar lo emocional. “Los jugadores necesitaban afecto y renovar la confianza luego de tantos inconvenientes ”, confesó Sosa. Parte de la afición aseguró que la llegada de Autuori fue prematura y que aún con aciertos y yerros, era importante permitir que Herrera terminara su gestión en la que tomó decisiones importantes y, por lo menos, se ganó un torneo.
10. Y la Eliminación humillante, la tapa
Con un rendimiento del 52% en casa, el equipo verdolaga dejó escapar puntos importantes ante rivales que, en el papel, parecían de menor peso. Perdió ante Tolima y Bucaramanga con marcadores de 1-2 y 2-3, además empató sin goles con Patriotas y Equidad, así como 1-1 frente a Millonarios. De esta forma dejó escapar 15 puntos en el Atanasio que le hizo falta para lograr la clasificación. Unido a eso, en la última fecha, cuando la necesidad era ganar, se dejó sorprender por el colero y descendido a la B, Leones, con el que apuradamente terminó empatando 2-2. Los 30 puntos no le alcanzaron y quedó
eliminado, cortando racha de 12 clasificaciones al hilo.