En barrios, avenidas, calles, parques y lugares públicos de Medellín solo se respira fiesta verde. Los comerciantes desplazaron por unas horas las flores de la Feria para darle espacio al color del Atlético Nacional en sus vitrinas y negocios.
En varios establecimientos, desde muy temprano se agotaron las reservas, pues nadie quiere perderse la gran final y ante la dificultad de adquirir una boleta para el ingreso al estadio, la reunión entre amigos y familias en centros de diversión con pantalla gigante son la alternativa que los antioqueños han elegido para vivir cada detalle de la final.
El amor por el equipo que dirige Reinaldo Rueda no solo se ve en las banderas que se exhiben en todas las glorietas de la ciudad, sino en las calles de barrios como La Milagrosa, El Salvador, Cristóbal, Aranjuez, Antioquia, Populares, Villa del Socorro, entre otros, donde sus seguidores engalanaron casas, jardines, garajes e instalaron pasacalles con la bandera del conjunto paisa.
El protocolo de vestuario de las empresas se flexibilizó durante los últimos días, pues la camiseta de moda es la del verde. Igual, es común ver a hinchas en el metro, buses urbanos, taxis, bicicletas, motos y carros particulares exhibiendo la camiseta del finalista.
En el Concejo, por ejemplo, varios de sus integrantes llegaron con la del Rey de Copas colombiano. “Estamos viviendo una fiesta deportiva que toca todos los aspectos de la ciudad, la economía se mueve, los ciudadanos se unen para vivir juntos un evento de esta magnitud y podríamos decir que la ciudad y Antioquia se ha vestido de verde”, expresa el concejal Rober Bohórquez.
Paralizados por la final
En el sector público se trabajará en jornada continúa hasta la 1:00 p.m. para darles tiempo a los hinchas a que lleguen al estadio Atanasio Girardot, el cual abrirá sus puertas a las 2:45 p.m.
Además, las ligas que funcionan en la unidad deportiva no tendrán atención al público ni sus escenarios estarán abiertos para los rutinarios entrenamientos o programas de cada jerarca.
Importante es tener en cuenta que las autoridades de la ciudad hicieron un llamado para evitar desmanes así como el consumo de bebidas embriagantes y el uso de pólvora, que está prohibido en la ciudad.
Y no es para menos, pues aunque desde hace 21 años los seguidores del equipo verdolaga están esperando disfrutar de nuevo la final del torneo más grande del Continente y festejar el título, la idea es que en caso de que haya celebración, sea con tranquilidad.
Para los concejales Santiago Jaramillo y Jaime Cuartas, este evento es fundamental para volver a poner a Medellín en el plano internacional, exaltando la imagen positiva y dinamizando la economía, generando empleos directos y llegada de turistas y aficionados de otras partes a la ciudad.
Otros hinchas del Nacional como el cantante Hebert Vargas, quien ayer llegó de México para apoyar al verde en el estadio o Diego Sánchez, actor del Teatro Matacandelas, quien recuerda la gran fiesta que hubo el día que recibieron a Nacional campeón del 89 luego de su triunfo en Bogotá sobre el Olimpia del Paraguay, esperan nerviosos pero con positivismo el partido de esta noche.
“Esta vez la celebración será más grande que en 1989, la fiesta será en Medellín. Tengo fe que con Dios, en el equipo y la afición Nacional se coronará hoy campeón de la Libertadores”, dice Vargas.
Y aunque se valora el rival, el optimismo reina en la ciudad, de ahí que todos hablen el mismo idioma fútbol. Esta noche juega la experiencia copera de Nacional con la inexperiencia del rival.
US$3.0
millones ($10.000 millones) se embolsillará el campeón.
US$1.5
millones ($5.000 millones) son para el subcampeón de Copa
US$7.3
millones ($24.000 millones) sería el botín verde en Copa.