¿Cómo mantener los pies sobre la tierra tras alcanzar la fama? En la humildad y el proceder de Egan Bernal se refleja un gran ejemplo.
Tranquilo, seguro, sensato, con las palabras precisas y gestos oportunos para no herir susceptibilidades, sin aires de grandeza y manteniendo equilibrio, más allá de que por donde se mueve es centro de atracción. Así se muestra este deportista colombiano.
Es el actual campeón del Tour de Francia, aunque aún, a sus 23 años de edad, por difícil que parezca y tras esa conquista, se esfuerza para que nada se salga de control y así seguir con una vida normal.
A Bernal le sobran los elogios. “Jamás, en más de 40 años como dirigente, vi un corredor igual a él, en competencia y fuera de ella. Es diferente, parece de otro planeta”, dijo días atrás el italiano Gianni Savio, gerente deportivo de la escuadra Androni, en la que Egan cogió vuelo en 2016. “Disciplinado, respetuoso, paciente, responsable, de buenos principios, un ser admirable”, añadió Savio.
Y así lo evidencia por estos días que, a diferencia de otros, se da a los aficionados, la prensa y la gente, tal como lo demostró en un recientemente Instagram Live organizado por Éder Garcés, vocero de la Fedeciclismo.
Desde su casa, donde cumple al pie de la letra la cuarentena como medida de prevención por el coronavirus, Bernal habla de su cotidianidad, del tiempo obligado de aislamiento y de la afectación que se podría presentar en caso de que este año no se realicen las principales carreras del pedal.
Y deja enseñanzas. “No es que trate darme a la gente, porque simplemente es natural en mí. No pienso en el Tour de Francia hasta que alguien me lo menciona, por eso busco estar con gente que me conoce de toda la vida, que me trata común y corriente y que no me está recordando, a cada rato, lo realizado en el Tour, porque si bien para mí es algo súper importante y entiendo lo que es para Colombia, más allá de ser el campeón yo sigo siendo Egan Bernal”.
Y continúa: “Sigo siendo esa misma persona a quien la mamá manda a lavar loza o que tiene que tender la cama porque si no lo hace lo regañan. No quiero vivir del Egan que ganó el Tour porque se convierte en algo que no es tan chévere. Es bacano sentir el aprecio de las personas. También cuando lo recuerdo me invade el orgullo, pero soy Bernal. Es importante que deportistas y personas en general mantengan algo: la esencia”.