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Los Pirineos, ¿aliados de Nairo en final del Tour?

Con Vingegaard de líder y Pogacar al ataque, se espera una semana llena de emociones. Quintana, carta de Colombia, persigue su cuarto podio.

  • Nairo Quintana ha sorprendido en la actual edición del Tour. Con regularidad ha sabido mantenerse, de ahí su meritorio sexto lugar en la general de la cita que terminará el domingo. FOTO getty
    Nairo Quintana ha sorprendido en la actual edición del Tour. Con regularidad ha sabido mantenerse, de ahí su meritorio sexto lugar en la general de la cita que terminará el domingo. FOTO getty
19 de julio de 2022
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Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, duelo vibrante al sol en la montaña. El maillot amarillo danés del Jumbo y el esloveno del UAE, vigente doble campeón del Tour, encaran la tercera semana con las espadas en alto y los equipos parejos luego de las pérdidas por caídas y covid-19. Las fuerzas se igualaron antes de llegar a los Pirineos.

Aunque el domingo, víspera de la última jornada de descanso, ambos llegaron juntos a la meta, con lo que se mantiene la diferencia de 2 minutos y 22 segundos, la etapa dejó sensaciones opuestas.

Si algo puede lamentar el danés de 25 años es la pérdida de dos de sus principales gregarios en la montaña: Primoz Roglic y el neerlandés Steven Kruijswijk, por caídas.

Ahora la balanza está equilibrada, con seis corredores el Jumbo y otros tantos el UAE, que había sufrido los abandonos por covid-19 del neozelandés George Bennett y el noruego Vegard Stake Laengen.

“Se puede decir que estamos en igualdad”, proclamó Pogacar, al que se le vio muy solo en Los Alpes (Col du Granon), donde cedió tiempo.

Vingegaard sabe lo que le espera en las cinco etapas que restan. Un fuego a discreción. “Me va a atacar quizá hasta en el día de descanso”, exageraba.

¿Pero serán suficientes esos ataques para comerle el tiempo necesario al danés y romperle su coraza amarilla? Según los expertos, a Vingegaard podría bastarle con salir de los Pirineos con al menos un minuto de margen antes de la contrarreloj del sábado, de 40,7 km. Pero Pogacar ya sabe lo que es conquistar un Tour en una penúltima etapa en la lucha contra el reloj (en 2020 le ganó a Roglic).

“Cruyff” del ciclismo

“Nuestra estrategia es estresar a Vingegaard y al Jumbo-Visma todo lo que podamos”, avisaba Pogacar, un ‘Johan Cruyff’ del pedal por poner en práctica un 'ciclismo total' alejado de convencionalismos.

“Sé, por experiencia propia, que vestir el maillot amarillo es mucha presión sobre los hombros”, afirma el esloveno apuntando a la inexperiencia relativa de su rival, que nunca hasta este Tour había liderado una carrera de tres semanas.

Lucir la túnica más deseada del ciclismo mundial aporta gloria, pero también obligaciones no siempre placenteras; el protocolo, las entrevistas, los patrocinadores.

De eso sabe el francés, líder durante 11 días en 1992, Pascal Lino. “El maillot amarillo trasciende pero aporta también mucho cansancio. Uno llega más tarde, tienes más compromisos, yo terminé el Tour completamente quemado”.

“El pequeño Pogacar tiene carácter, se va a mover”, estima Lino, quien espera un final de Tour “apasionante”.

Más allá de los dos hombres más fuertes de este Tour, las opciones del resto no parecen ir más allá de hacerse un hueco en el podio. El británico Geraint Thomas, ganador del Tour en 2018, está a 2 minutos y 43 segundos, y deberá atacar si quiere escalar algún puesto, algo que no ha hecho en lo que va de Tour.

El colombiano Nairo Quintana (de 32 años), sexto en la general, tiene al galés a 1.32. El boyacense vislumbra su cuarto podio de París tras haber sido segundo en 2013 y 2015, y tercero en 2016. Cuando parecía que sus mejores años habían quedado atrás, el ciclista vive una nueva etapa brillante en el Arkea.

Puntos claves

“Los Pirineos con calor pueden ser un caos”, subrayó Enric Mas. Un vaticinio que podría comenzar el miércoles con la etapa entre Saint-Gaudnes-Peyragudes, de 130 km, pero con 4 cuatro puertos desafiantes.

Para empezar, hay que afrontar el Col d'Aspin (1a, 12 km al 6,5 %), para continuar con el Hourquette d'Ancizan (2a, 8,2 km al 5,1), seguido del Col de Val Louron-Azet (1a, 10,7 km al 6,8) y el último de Peyragudes (1a, 8 km al 7,8).

Con las piernas tocadas el jueves convendría rezar un poco en Lourdes antes de poner rumbo a Hautacam, última opción para los escaladores. Tres puertos, 2 de categoría especial y uno de primera consecutivos.

El Col d'Aubisque (Especial; 16,4km al 7,1) abrirá la escalada, para seguir la carrera por el Col de Spandelles (1a, 10,3 km al 8,3) y terminar en Hautacam (Especial; 13,6 km al 7,8).

Bajando de Pirineos habrá una etapa para velocistas en Cahors, un día antes de la crono de 40,7 km entre Lacapelle Marival y Rocamadour. Puede resultar una jornada de infarto, que recuerde a aquella de 2020, cuando en la crono de La Planche des Belles Filles un tal Tadej Pogacar arrebató agónicamente el Tour a Primoz Roglic.

Semana crucial, con todos los ingredientes, para que sea emocionante y vibrante.

Infográfico

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