Higuita, así simplemente como todos conocen a Sergio Andrés, ese joven que se hizo ciclista por las empinadas calles del barrio Castilla, en la comuna 5 de Medellín, y que de niño ayudaba a su padre, Leonardo, en labores de cerrajería, se fue desplomando, como si él y su bicicleta hicieran parte de un delgadísimo castillo de naipes, una vez cruzó la meta en El Verjón, una pesada cima que coronó tres segundos antes que el campeón del Tour de Francia, Egan Bernal.
Así, tirado en el piso, mientras era atendido tras su desmayo momentáneo, el joven rutero antioqueño de 22 años de edad “festejó” su primer título profesional en una carrera por etapas. Dos semanas antes, en Tunja, había evidenciado sus dotes como especialista de un día, al consagrarse campeón del Nacional de ruta.
Quizás el hecho de saberse sucesor de dos gigantes del ciclismo mundial, como Bernal y Miguel Ángel López, ganadores del Tour en las dos ediciones pasadas, respectivamente, lo dejó sin aliento.
Pero igual su espíritu se mantiene combativo y una fuerza física y mental admirables que lo hacen gozar de respeto en el pedalismo y ser considerado una joya, brillante como el diamante.
“No niego que sueño con obtener el título o, por lo menos, ganar etapa, me siento preparado, pero hay que esperar qué dispone el equipo. Todos trabajaremos por el que esté mejor”, había expresado Higuita en entrevista para EL COLOMBIANO ocho días atrás.
Ayer, El Verjón, un techo bogotano ubicado a 3.290 metros sobre el nivel del mar y con una ascenso de 9.4 kilómetros con rampas que alcanzan el 13% de desnivel, el medellinense, de 1.66 metros de estatura, 57 kilos de peso, y que es potente y rápido en el plan y las cuestas, comprobó sus sensaciones al ganar la competencia más importante en su joven carrera. Su compañero Daniel Martínez triunfó en la fracción; Sergio arribó 2° y Egan (Ineos), 3°.
Higuita, que cuando está en su ciudad no perdona domingo para ir a misa junto a sus padres Leonardo y Marleny, y su hermana Laura, es un ser bondadoso.
En días pasados, a Sergio no solo se le vio cumpliendo el sueño de regalarle una casa a sus padres, también dándoles indumentaria de los equipos en los que ha militado, y para que se motiven a hacer deporte, a los niños que hacen parte del club Nueva Generación, del cual, bajo la batuta de Fernando y su hijo Luis Fernando Saldarriaga, se formó como pedalista.
“Ayudar a los demás también en su vocación; nos quedaríamos horas hablando de lo que es Sergio, pero así, rápidamente, puedo decir que es serio, responsable, disciplinado, espiritual y todo lo que se traza lucha por conseguirlo”, así lo manifiesta su madre Marleny.
En el Tour Colombia causó sensación. Jamás dio un no para dejarse sacar una foto o darle un autógrafo a los seguidores, mucho menos para atender a los medios de comunicación que lo asediaban. “Humildad ante todo”, comenta Sergio, quien a paso acelerado, como lo hace cuando está montado en su caballito de carbono, se gana el cariño del público.
En la general, el primer antioqueño que triunfa en el Tour 2.1 superó a Martínez por 8 segundos y a Jonathan Caicedo por 34. Bernal fue cuarto, a 54”.
“Hace un año veía esta carrera por televisión y ganarla es un sueño hecho realidad. Hicimos un gran trabajo, agradezco a mi equipo por toda la confianza y apoyo que me han brindado” .