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El primer final en alto de la Vuelta a España, en la cima inédita en el Observatorio Astrofísico de Javalambre, empezó a seleccionar los grandes favoritos al título, y entre ellos el que evidencia, por ahora, mayor solidez es Miguel Ángel “Supermán” López (Astana), de nuevo al comando de la carrera.
A cinco kilómetros para el final fue el local Alejandro Valverde (Movistar) el que tomó la iniciativa para arremeter ante los favoritos al título.
Y su apuesta tuvo efecto, pues contendores como el exlíder, el irlandés Nicolás Roche (Sunweb), su compañero, el holandés Wilco Kelderman y colombianos como Nairo Quintana (Movistar), Rigoberto Urán y Esteban Chaves (Mitchelton) no fueron capaces de seguir el ritmo.
Aunque dos rivales sí lograron seguir la estela del murciano: el esloveno Primoz Roglic (Jumbo) y el boyacense López. Este último, con inteligencia y valentía, lanzó, a 4 km para el final, un ataque incontestable que generó cambios en la general.
El nacido en Pesca hace 25 años, que fue tercero en esta carrera el año pasado y en el presente se ubicó séptimo en el Giro de Italia, arribó cuarto a la meta, descontó tiempo importante y recuperó el liderato que había cedido en la segunda jornada en la localidad de Calpe.
El vencedor de la fracción de 170.7 kilómetros desde la población de L’Eliana también merece aplausos. Se trata del ibérico Ángel Madrazo (Burgos), quien hizo efectiva una fuga que inició desde el inicio de la jornada, al lado de su compañero, el holandés Jetse Bol y del también local José Herrada (Cofidis), quienes lo escoltaron a 10 y 22 segundos, respectivamente.
Miguel Ángel, quien además se afianza en el liderato de los jóvenes, aventaja ahora en la general a Roglic por 14 segundos y a Nairo por 23. Roche cayó al quinto lugar, a 57, y Urán al sexto, a 59. Quien recuperó puestos fue Chaves, al situarse séptimo, a 1.17.
López se llena de confianza, pero aclara que no es el momento para sacar conclusiones, al señalar que aún resta lo más duro de la carrera.
“Lo importante es que las piernas dan una buena señal. Todavía no se puede decir que sea el mejor escalador. Por ahora doy gracias a mis compañeros de equipo que han estado estupendos”.
Frente a la pregunta de a quién considera más peligrosos, si Roglic o Quintana, muestra cautela. “No se sabe, fue la primera llegada en alto, hay que esperar qué pasará en las demás y cómo se van comportando los rivales”.
Pese a la solvencia, su golpe no fue tan contundente contra quienes aspiran a ocupar el podio el 15 de septiembre en Madrid.
Valverde, quien delata, a sus 39 años de edad, un buen estado de forma, es optimista de cara a lo que resta.
“Tenía piernas para esta etapa, pero hay que ir día a día. Logré meterme con Roglic en la persecución de López y el objetivo era minimizar la pérdida de tiempo”.
El corredor, el más veterano de la presente edición, indica que, pese al terreno que perdió su compañero Nairo, este sigue siendo el jefe del Movistar.
“Quintana está muy fuerte y esta subida le venía bien, pero todos los días no son iguales. Él no ha fallado, fallar sería perder cinco minutos, por ejemplo”, agregó Valverde, quien subió ocho casillas y ahora es cuarto, a 28 segundos del líder colombiano.
Tras el desgaste de ayer, la ronda ibérica no da tregua. Este jueves la provincia castellonense Ares del Maestrat será epicentro de la segunda llegada en alto.
Será un viaje de 198,9 kilómetros, el segundo más largo de la prueba. Se saldrá de la localidad de Mora de Rubielos. Habrá cuatro puertos de montaña, uno de segunda y tres de tercera categoría. En esa subida final, de 7,7 kilómetros al 5.2 % de desnivel, y que en el papel no parece tan cruel para los corredores, algunos de ellos podrían hacer diferencia.
Miguel Ángel espera estar concentrado para no tener sorpresas como las que tuvo en Calpe; los demás salen al acecho de la camisa roja de líder que volvió a su poder .