Daniel Galán tiene pinta de campeón. Mide 1,91 metros y su figura corporal es delgada. Nació en Bucaramanga hace 26 años y es la raqueta número uno del país entre los tenistas nacionales. Hace parte de una familia apasionada por este deporte. Sus hermanos, Sat, Xando y Rocío, también jugaron en diferentes superficies.
Su amor por el tenis es un legado. Santos Galán, el padre, fue la persona que lo encaminó por él y al día de hoy es su entrenador. Pero la familia no solo le transmitió la pasión por la pelota. También le heredó el hábito de alimentarse bien, algo determinante en su carrera. Daniel ha sido vegetariano toda la vida y según le dijo a la ATP, “nunca he comido huevos, carnes o pescado, por lo que sufro cuando estoy por fuera del país”.
El tenista colombiano pasa mucho tiempo en el extranjero. Participa en las competencias Challenger, ATP 250, 500, los masters 1.000 y en los campeonatos de Grand Slam. En los últimos años firmó sus mejores presentaciones en los grandes del tenis cuando alcanzó la tercera ronda en el Roland Garros de 2019 y Wimbledon de 2022. Estos buenos resultados lo llevaron a entrar, el pasado 25 de julio, en el top 100 del mundo, ubicándose en el puesto 95, algo que no alcanzaba un compatriota desde 2017, cuando lo consiguió Santiago Giraldo.
Daniel no estará en el US Open que iniciará el próximo 29 de agosto, pero tendrá más competencias que le permitirán mantenerse en el top 100 de la ATP en lo que resta de año. Sobre ese logro, su proceso formativo y su perspectiva sobre el futuro del tenis nacional conversó con este diario.
¿Qué representa para usted estar en el top 100 y qué retos más se impone?
“Estoy muy contento de haber podido entrar entre los 100 primeros del mundo. Es una meta que todos los tenistas tenemos. Creo que todavía tengo mucho por mejorar y también por subir, entonces esto me motiva a seguir trabajando fuerte. Creo que estoy haciendo las cosas bien. Hay que seguir por ese camino y continuar mejorando”.
¿Cómo ha sido su proceso en el tenis, desde lo formativo hasta ahora?
“Yo he sido apoyado en la formación tenística por mi familia, en especial por mi papá que me formó desde que era muy pequeño. Estoy agradecido con el trabajo que él ha hecho hasta el momento. Tengo mucha confianza en él. Por otro lado, en el último tiempo he estado viajando y trabajando con uno de mis hermanos. También en mi proceso de formación influyó demasiado el equipo Colsanitas, del que hago parte; siempre me ha apoyado y creído en mi talento y capacidades”.
¿Qué le ha faltado para llegar más lejos?
“Yo diría que ha sido la confianza en mí mismo, en creer que tengo buen juego para poder hacer esto y llegar más arriba; estoy convencido de que lo puedo hacer. Creo que también tengo que mejorar en la parte física, es una faceta que aún debo explotar más. Iré poco a poco haciéndolo”.
Llegó a tercera ronda en Wimbledon y Rolland Garros ¿Qué significó eso
para usted?
“Todos los tenistas nos preparamos para estos grandes torneos que representan mucho para nosotros. En mi caso, el Roland Garros significó mucho. Estas fueron de las dos semanas más valiosas de mi carrera y me siento contento de lo conseguido, pero con ansias de hacerlo en otros Grand Slam, espero lograrlo”.
Desde 2017 un colombiano no estaba en el top 100 de la ATP. ¿A qué se debe esa ausencia?
“Hay algunas generaciones que son más buenas que otras. Por ejemplo, la de Santiago Giraldo, Alejandro Falla, Alejandro González y los doblistas Farah y Cabal fue una muy destacada para el tenis colombiano, que tuvo grandes resultados y ganó dos Grand Slam, que fueron el campeonato de Wimbledon de 2019 y el US Open del mismo año, que ganaron Farah y Cabal”.
¿Qué influyó para que ellos fuera tan exitosos?
“El apoyo de Colsanitas fue muy importante e hizo una diferencia amplia, porque permitió que además de que ellos fueran grandes jugadores y tuvieran proyección, pudieran salir adelante. La carrera de tenista es difícil y costosa. Sin duda fue gracias a este apoyo que se dio esa generación dorada en el tenis colombiano”.
¿Y está apoyando la nueva generación?
“Sí, y seguramente también pasará conmigo y con los que vengan. Todo el crédito a ellos por el respaldo que dan al tenis colombiano. Me siento muy agradecido por todo lo recibido”.
Usted jugará con Colombia en el clasificatorio ante Turquía de la Copa Davis que se hará en Bogotá ¿Qué resultado esperan obtener?
“Esperamos ante todo dejar el nombre de Colombia muy en alto y darlo todo en la cancha. Ojalá se den las cosas y podamos sacar esta serie adelante; sabemos que somos un gran equipo, estamos unidos y somos conscientes de que en este torneo lo hacemos muy bien. Confiamos en jugar nuestro mejor tenis para seguir avanzando y ubicar al país como potencia”.
¿Qué piensas del tenis colombiano a futuro?
“Primero hay que hablar del caso de las mujeres. Tienen a dos muy buenas jugadoras como Camila Osorio y Emiliana Arango, que seguramente van a llegar muy arriba. Las dos son el presente y el futuro del deporte nacional. Camila ha dejado el nombre de Colombia muy en alto y estoy seguro de que lo seguirá haciendo. Son dos muy grandes deportistas”
¿Y en los hombres?
“En este momento estoy yo, que recién cumplí 26 años, y creo que el futuro está en la proyección del antioqueño Alejandro Arcila, de 15 años”.