Hoy Nacional enfrentará al América de Cali (8:10 p.m.) en el llamado gran clásico colombiano debido a que son los equipos con más hinchas en el país y también los más ganadores.
El conjunto vallecaucano llega como el vigente campeón de la Liga y pretende sacar un buen resultado en el Atanasio. A través de los años estos partidos han dejado infinidad de figuras para el fútbol colombiano. Hoy, en particular, Nacional tiene un joven de 19 años que está dando de que hablar y juega de zaguero central.
Para contar su historia hay que remontarse al 28 de octubre de 2020, una fecha que estará grabada en el corazón y en la memoria de Yerson Mosquera, el defensor que sorprende en Atlético Nacional.
Ese día el técnico Juan Carlos Osorio le dio la oportunidad de debutar como profesional, y no en un partido cualquiera, sino en un torneo internacional.
Mosquera, de 19 años, tenía la responsabilidad de jugar ante el River Plate uruguayo en la Copa Sudamericana y fueron tantas las ansias que terminó expulsado, pero antes de entrar a la cancha, mientras iba del camerino al túnel, rebobinó en su cabeza su niñez en Apartadó y los sacrificios que hizo para llegar a ese momento.
Allí nació el 2 de mayo de 2001, en el seno de una familia conformada por sus padres Jesús Mosquera y su madre Myriam Valdelamar, además de 9 hermanos: Luz Stella, Marta Liliana, Ingrid Paola, Luisa Fernanda, Jesús, Fernando, Deiver Stiven, Liceth y Gustavo.
Se crió en Nueva Colonia, un corregimiento de Turbo y su destino parecía marcado para que se convirtiera en trabajador de una bananera o de los cultivos de palma de cera africana, pero se le atravesó un balón y prefirió seguir por ese camino. Jugaba descalzo con sus amigos, tratando de imitar las jugadas de su tío Elkin Murillo, quien tuvo una amplia carrera y fue campeón de la Copa América 2001 con la Selección Colombia, precisamente el año en el que nació Yerson.
En la Fundación Elkin Murillo hizo sus primeros pinos en el fútbol para después recalar en el equipo Urabá Junior.
“Me tocaba ir muy lejos de mi corregimiento hasta Turbo para jugar, pero sabía que tenía que aguantar sacrificios y perseverar”, cuenta Yerson con una gran sonrisa.
Recuerda que surgió la oportunidad para la familia de ir a Quindío. Todavía siendo un niño tomó maletas y se fue para el Filandia Fútbol Club.
En aquel momento se desempeñaba como delantero o extremo, tenía habilidad y velocidad para atacar, “sacaba ventaja, era muy rápido y no me alcanzaban”, recuerda el juvenil. Ya cuando cumplió 11 años pasó a ser volante número 5. “Ahí aprendí a marcar, a defender y me vieron más condiciones atrás y terminé jugando de central”, relata con voz tímida.
Se emociona cuando habla de cómo llegó a Nacional. “Tuve la suerte de ir a un torneo a Cali y el profe Camilo Pérez (técnico de juveniles en el club antioqueño) me vio y me escogió para hacer unas pruebas”. Durante esos exámenes en la cancha lo observó el técnico Hernán Darío Herrera y decidió dejarlo en el club.
“Hice el proceso de divisiones menores y cuando llegué al equipo profesional fue algo espectacular”.
Arrancó en Nacional en la categoría sub-17 y fue llevado de la mano por el técnico Alejandro Restrepo.
Se declara admirador de Yerry Mina por la alegría que este proyecta, y también de Dávinson Sánchez porque tuvo una historia muy similar a la suya.
Mosquera fue convocado al microciclo de la Selección que hizo el técnico Reinaldo Rueda este mes, así que si mantiene su nivel posiblemente pueda jugar al lado de sus ídolos.
“Ese llamado no me lo esperaba, estaba en la casa con varios compañeros, me iban a cortar el cabello y apagué el teléfono, pero como aún no era mi turno fui a mi cuarto y volví a encenderlo. Vi muchos mensajes de felicitación, y contesté uno de ellos preguntando qué estaba pasando. Me llamaron y me contaron que había sido convocado a la Selección de mayores y no lo podía creer”. Recuerda que lo primero que hizo al colgar fue llamar a su familia y todos se pusieron a llorar.
Mide 1,88 metros de estatura y pese a que es de contextura delgada, todos los días trabaja para fortalecerse. Además, calza 45.
Igual que esas medidas tiene un corazón gigante. El técnico Alexandre Guimaraes le ha dado la oportunidad de consolidarse y es consciente de que puede seguir los pasos de sus antecesores en su misma posición: Steffan Medina, Felipe Aguilar, Dávinson Sánchez, Carlos Cuesta, Andrés Felipe Reyes. Todos con carreras exitosas en el exterior. Además, es fuerte, rápido, tiene liderazgo, buena técnica y mucha capacidad frente a los delanteros rivales.
Guimaraes lo define como un muchacho muy centrado, alegre, buen compañero. “Trabaja muy bien, atiende todas las recomendaciones y sabe que cuando las cosas llegan tan rápido hay que recibirlas con cautela”.
Por eso hoy, ante el América, tendrá la oportunidad de mostrar nuevamente sus condiciones y seguir creciendo