Pase lo que pase en la edición 108 del Giro de Italia, que está a seis etapas de su conclusión, Egan Bernal confirmó que puede volver a estar a la altura de los mejores pedalistas del lote mundial y que Colombia se mantiene entre los grandes animadores del ciclismo en busca otra vez de importantes resultados.
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El cundinamarqués, recuperado del accidente que sufrió hace tres años y tras el cual por poco pierde la vida, es uno de los protagonistas de la competencia, incluso lanzando ataques desde lejos en busca de la victoria. El nivel y ambición del corredor que ya ganó el Giro en 2021 generan optimismo.
“Además de competir por el resultado, corro por mí mismo y busco sentirme bien en la bici. Cuando llego al autobús después de las etapas, no miro la clasificación. Disfrutar del ciclismo es lo que más me importa, y la verdad es que disfruto mucho de la carrera. El equipo me apoya, y no hay mucho más que pueda pedir en la vida”, dijo Bernal, citado por su equipo, y quien se ubica octavo en la clasificación general, a 3.38 del líder Isaac Del Toro (UAE).
“Creo que soy capaz de luchar por la maglia rosa. Siempre es igual en el Giro: todos esprintan para conseguir una bonificación de dos, cuatro segundos quizás... y luego, en la última semana, la general será cuestión de minutos. Tendremos paciencia”, sorprendió Egan con sus declaraciones.
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Y pensando en lo que se viene, la general, producto de la alta montaña que se viene, podría dar un vuelco a la tabla, sobre todo porque el gran esfuerzo hecho podría empezar a pasarle factura a más de uno. Por ejemplo, el esloveno Primoz Roglic (Bora), quien era el principal candidato al título, empezó a dar muestras de debilidad y ahora es décimo, a 3.53.
Tras el tercer y último día de descanso este lunes, el Giro tendrá una semana realmente exigente.
Iniciará con una fracción de 203 kilómetros entre Piazzola sul Brenta y San Valentino. Tendrá tres puertos de primera categoría y uno de segunda. Especialmente duros son los dos últimos: Santa Bárbara (12,7 km al 8,3%) y la subida final a San Valentino (18,2 km al 6,1%).
El miércoles, la fracción 17 parte de San Michelle all’Adige y finaliza en Bormio. Se recorrerán 155 km y se subirá el exigente Mortirolo (12,6 km al 7,6%), precedido por el Passo del Tonale (15,2 km al 6%).
El jueves llega la penúltima oportunidad para los velocistas con el trayecto de Morbegno y Cesano Maderno, de 144 km. Aunque al comienzo de este recorrido los corredores tendrán que superar tres subidas, una de segunda y dos de tercera categoría.
El viernes llega la etapa reina del Giro. Se transitará entre Bielle y Champoluc (166 km), y se tendrá que superar 4.950 metros de desnivel positivo. En ella habrá tres puertos de primera, uno de segunda y uno de tercera.
La jornada 20, entre Verrès y Sestrières (205 km) se presenta como el combate final para aspirar al podio. Se tendrá final en alto, pero antes se subirá al Colle delle Finistre, la ‘Cima Coppi’ de esta edición, con 18,5 km al 9,2% de desnivel medio, y ubicada a 2.178 metros. Además, los últimos 9 km de ascenso serán en terreno destapado. El domingo se tendrá el paseo de la victoria en Roma.
