Por momentos, y mientras permanecía internada en una habitación de hospital, Mariana creyó que iba a perder la vida. Ese pensamiento jamás la abandonó.
Mexicana y actual medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú-2019, en el pentatlón moderno, una complicada modalidad deportiva que combina equitación, natación, tiro de precisión, esgrima y carrera a campo traviesa, Mariana Arceo Gutiérrez acaba de ganar la batalla más dura, de eso no tiene dudas: es la primera deportista mujer en el mundo en superar el coronavirus.
En España, uno de los países que más ha sufrido por esta enfermedad, Mariana había quedado atrapada en medio de la pandemia que llegó como una ola. Se encontraba entrenando en Barcelona de cara sus primeros Juegos Olímpicos. Sin embargo, presentó un cuadro de neumonía que disparó las alarmas.
“No supe escuchar mi cuerpo a tiempo”, comentó la atleta en sus redes sociales. “Lo llevé al máximo” antes de darse cuenta que realmente estaba grave.
Tras salir del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, en México, a donde pudo viajar de regreso, EL COLOMBIANO contactó a la deportista, quien brinda un testimonio de vida que permita ser fuente de inspiración en la lucha contra esta crisis mundial.
Su buen semblante y entusiastas palabras hace pensar que experimenta un renacer...
“Totalmente, porque estoy mejorando luego de que se me presentó la prueba más difícil en la vida, en un escenario en el que nunca me imaginé estar. Cuando los doctores me dicen que tenía una neumonía avanzada, producto de este virus, y que en poco tiempo me podrían intubar, empecé a sentir temor. Fue algo muy fuerte para mí”.
Sorprende con sus últimas revelaciones, entre ellas, la que dice que “estar de este lado no fue nada fácil”. ¿Por qué lo dijo, cómo fueron esos momentos antes de superar la enfermedad?
“Porque había tensión, dolor, mucha preocupación al saber que tienes un virus desconocido y no hay cura. Estar aislado es complicado y más cuando te expresan que tu estado de salud no es nada favorable. A ello hay que sumarle que tienes la familia lejos y ni se imagina lo que está pasando con uno. No quiero saber qué habría sucedido sino me hubiera regresado a México, creo que estaría en una situación totalmente diferente a la de ahora”.
Afirma que nunca pensó que pudiera ser víctima de un virus como este. Uno supondría que el cuerpo de un atleta de alto rendimiento sufriría menos las consecuencias de la enfermedad, ¿es así o es una creencia errónea?
“Con lo que se está viendo creo que todos, sin distinguir quién, somos propensos a contraer este, y otros más, sino se toman las medidas adecuadas y en su momento”.
Manifiesta que estando en el hospital tuvo desafíos, ¿qué le decían los médicos, qué fue lo más complicado?
“Cuando te dicen que tus pulmones tienen una neumonía avanzada y que es necesario intubarte, la reacción inmediata es de angustia. Jamás pensé en la atleta sino en la persona, quería una oportunidad para vivir y por fortuna ahora no corro peligro. En el instante que te dicen eso te imaginas lo peor. Estaba completamente sola, en el aislamiento. Al comienzo ni me dejaban utilizar el teléfono, porque este también puede ser riesgo de contagio. Entonces todo ello te lleva a un grado de depresión, que no se lo deseo a nadie, y que me estaba volviendo loca al no asimilar lo que me pasaba. La verdad admiro a todas las personas que pasan o están atravesando por pruebas de salud semejantes”.
¿Cómo fue el proceso para ganar esta pelea?
“Tú mismo decides qué camino tomar: si el de la valentía o darte por vencido. Yo tuve fortaleza pero a la vez confié mucho en los médicos. Supieron tratar mi neumonía y con los días me fui sintiendo mejor. De hecho hubo un momento en el que estaba bien y de repente tuve una recaída horrible. En esos instantes, sentí como toda una montaña rusa de emociones se apoderaba de mí, pero por fortuna salí adelante. Aún sigo con cuidados, tratamientos, pero fuera de peligro”.
¿Qué o a quiénes valora ahora más tras este suceso?
“Todo lo que me rodea. Esta es una prueba a nivel mundial, un llamado de atención porque si bien hay tecnología, en un momento, como está sucediendo, puede llegar algo que puede cambiar todo. Lo que más valoro es la salud, así como la libertad, y que ahora cambió cuando nadie se lo esperaba. Además, admiras el lado de la medicina. Pienso que todos los doctores y enfermeras son unos héroes, es un trabajo difícil. Son valientes al exponerse y aislarse de sus familias para atender a los demás”.
¿Cómo ha sido el acompañamiento de familiares y amigos ante el pánico que esto despierta?
“Por ahora sigo aislada. Tengo que cumplir cuarenta días para irme incorporando poco a poco a la sociedad, pues aún corro el riesgo de volver a ser contagiada. Solo por teléfono me comunico con ellos, pero no es lo mismo, uno quisiera estar con la gente que te quiere. No siento rechazo de nadie, igual he sido prudente para estar alejada de las personas mientras el cuerpo termina de recuperarse”.
Asegura que no supo escuchar su cuerpo a tiempo...
“Sí, porque estaba en una semana fuerte de entrenamiento, en la que expones tu cuerpo al máximo y no diferencias si tus malestares son normales por esa exigencia o por algo que nunca creíste ibas a tener”.
Hasta un seguidor le preguntó en Instagram: “¿tendrá la misma capacidad pulmonar para que lleve a cabo sus competencias como antes?”
“Claro que sí, los doctores dicen que todo lleva su tiempo mientras fortalezco de nuevo pulmones. Se trata de tener paciencia para que todo regrese a la normalidad. Lo bueno es que no me intubaron”.
¿Qué medidas debe tener en cuenta ahora?
“Cuidarme bastante, ser perseverante. Aún estoy con oxígeno. Me dicen que debo iniciar ejercicio 20 días después de la cuarentena. Es algo que lleva tiempo, debo seguir fortaleciéndome mentalmente. Esto le digo a la gente, que si bien el miedo existe, no se deje llevar por el pánico y ante todo ser muy responsables”.
Ha recibido muchos mensajes, ¿cuál de ellos ha llamado más su atención?
“Los que hablan de agradecimiento por expresar lo que sentí, de atreverme a hablar y más cuando eres imagen para muchas personas y tienes la responsabilidad de dar testimonio. Al principio ni quería que nadie lo supiera”.
¿Por qué?
“No me sentía segura de hacerlo, y más porque eres atleta reconocida. Casi siempre estás bien, muestras un físico intacto, sano. Y que me haya tocado ser la primera deportista mujer en ser contagiada en el mundo da como que vergüenza. Pero luego recapacitas, maduras, al darte cuenta que tienes que decir que esto es verdad y que se debe tomar consciencia”.
¿Alguno de esos escritos que recibió la afectó?
“Sí, varios de ellos se quedaron grabados. Había gente que preguntaba que cuánto me habían pagado por decir que tenía esta enfermedad. Me daba tristeza saber que no creyeran. ¿Entonces tiene que morir un familiar o ser contagiado para creer que esto es cierto? Había mensajes hermosos, pero otros que me cuestionaban de porqué regresé a México. La verdad ganan las reacciones positivas, y más cuando uno sabe que se fue responsable para enfrentar esta crisis”.
¿Unas palabras para quienes leen este testimonio?
“Que sí bien la situación global está difícil, y ahora que se agudiza más por el tema económico, tenemos que aprender a modificar nuestro estilo de vida, cuidarnos y seguir las recomendaciones que nos dan, mientras los médicos, a través de la ciencia, encuentran una solución. Que confíen y tengan paciencia mientras se le gana al tiempo”.
¿Qué la motivó a contar su historia?
“Qué las personas entiendan que esto es real, que es peligroso, que se cuiden porque ya nos dimos cuenta que no es un juego. Las cifras son reales y tristes. Además, quiero ser instrumento de vida, fuente de inspiración para aquellos que la contrajeron, para que no se den por vencidos, porque así como yo, otros también pueden ser curados”.
¿Qué enseñanzas le deja todo?
“Saber que lo más importante es tener salud y estar feliz”.
2018
año que Mariana terminó tercera en la Copa Mundo en Los Ángeles.
2013
la mexicana logra la medalla de oro, por equipos, en el Mundial júnior en Hungría.