Antes del duelo de anoche con Fortaleza, Millonarios figuraba en la casilla 14 de la Liga Águila-2 con ocho puntos, acosado por los resultados, sin técnico en propiedad tras la salida del entrenador uruguayo Rubén Israel, criticado por sus hinchas y asumiendo las sanciones de la Dimayor. Todos, ingredientes para una de las peores crisis de su historia.
El equipo capitalino está muy lejos del club que consiguió 14 estrellas en el fútbol colombiano. En 2012, después de 24 años volvió a ser campeón y se pensaba que vendría una nueva época de triunfos, pero ya suma otra sequía de cuatro años.
Además sus más encopetados rivales, Santa Fe y Nacional, vienen logrando distintos títulos a nivel internacional (Copa Suramericana y Copa Libertadores).
A esa crisis de resultados en la actualidad se sumó que el Comité Disciplinario de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) sancionó al club azul con cuatro fechas a “puerta cerrada (sin público)” cuando le corresponda actuar de local. Castigo que comenzó a cumplir anoche ante Fortaleza.
La determinación se tomó luego de que sus hinchas, inconformes por lo que viene haciendo la escuadra capitalina, invadieran la cancha en el partido disputado en la séptima fecha contra el Bucaramanga.
Tras el primer juego a puerta cerrada ante Fortaleza le resta por pagar la sanción ante Cali, Envigado y Equidad.
Asimismo, Millonarios fue multado con 17 millones 925 mil 804 pesos (6.230 dólares) y “la pérdida del partido con marcador cero por tres (0-3) a favor del rival (Bucaramanga) por renuncia o retirada”.
Un 2016 que no se muestra nada halagador para uno de los clubes más representativos del fútbol colombiano.