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“Espero contribuir a que el DIM crezca en todos los aspectos”: Jose Luis Chunga

El arquero barranquillero José Luis Chunga (31 años) es titular en el equipo y uno de los líderes dentro del camerino. Su esposa, paisa, y su hija inclinaron la balanza para vestirse de rojo. Fue delantero en fútsal.

  • Aunque José Luis Chunga casi siempre tiene una expresión de seriedad, es uno de los futbolistas más alegres y recochudos del DIM. Dice que Dios representa todo y que le gusta mucho leer la Biblia. FOTO CORTESÍA
    Aunque José Luis Chunga casi siempre tiene una expresión de seriedad, es uno de los futbolistas más alegres y recochudos del DIM. Dice que Dios representa todo y que le gusta mucho leer la Biblia. FOTO CORTESÍA
04 de septiembre de 2023
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Es amable, habla con serenidad y tiene muy marcado su acento costeño, pero vive fascinado de Medellín. Se casó hace 6 años con una paisa, con la que tienen una hija que se llama Celeste y en parte por eso fue que aceptó la propuesta del DIM. José Luis Chunga, con sus 31 años y la experiencia de haber estado en la Selección Colombia, se ha convertido en un líder dentro del camerino rojo.

Usted tenía varias propuestas, ¿qué lo inclinó por el DIM?

“Fue una decisión familiar. Yo tenía una propuesta para irme a jugar a Arabia, pero era por poco tiempo. Entonces con mi esposa nos sentamos a analizar y decidimos que por el bienestar de la familia era mejor aceptar la del Medellín”.

¿Cómo se ha sentido en la ciudad y el equipo?

“Estamos muy tranquilos en un lugar tan acogedor. Por el lado deportivo, me he sentido bien. Los primeros días fueron duros por la adaptación, venía de un equipo (Alianza Petrolera) de una ciudad en la que el calor golpea mucho, algunos días entrenábamos hasta a 40° y llegar a practicar en Rionegro, donde hay altura, cuesta. Pero de a poco me he ido adaptando”.

¿Con qué sueña Chunga?

“A corto plazo, quiero brindarle la alegría a toda la hinchada del DIM de poder ser campeones. También, como persona espero poder ayudar y contribuir a que el club crezca en todos los sentidos”.

¿Cómo fue cumplir ese sueño de la Selección Colombia?

“Increíble. Yo siempre lo he dicho que no existe mayor orgullo para un deportista que representar a su país. Eso ha sido lo más gratificante que he logrado. Tuve la oportunidad de jugar un partido, pero también de estar al lado de personas que han marcado un hito en el balompié nacional”.

¿Lo sorprendió no estar entre los convocados de Lorenzo?

“No, yo siempre he sido una persona respetuosa en este tema, por eso sé que cuando uno está, es una gran bendición, pero cuando no, tienes que apoyar desde afuera. Además, soy consciente de los colegas Álvaro Montero, Camilo Vargas y Deivis han hecho méritos para defender el arco de la Selección”.

¿Cómo cree que le irá a la Selección en estos partidos?

“Por la calidad de jugadores que hay, Colombia es favorita. Me atrevería a decir, porque conozco la forma de ser del profe Lorenzo y el juego que quiere para la Tricolor, que sin duda alguna va por los 6 puntos de esta doble fecha para ir pensando de una vez en el sueño de clasificar al próximo mundial”.

¿Qué tan importante es para usted la familia y en particular Celeste, su hija?

“La familia, después de Dios, es lo más importante. Son ellos los que siempre están con en los momentos duros, porque sufren con uno, y también en los buenos, donde también aparece otra gente. Y mi hija... es una loca por el fútbol, siempre está pendiente de los partidos, me pregunta contra quién vamos a jugar y le gusta ir al estadio con la mamá”.

¿De dónde nació su vocación de ayudar a la gente?

“Yo aprendí que lo que Dios te da es para compartirlo y poder ayudar a los demás. Por eso, entre 2014 y 2019 tuve una fundación con la que pude ayudar a los muchachos de mi barrio. Siempre me ha gustado ayudar a las personas”.

¿Qué hacían en la fundación?

“Teníamos una escuela de fútbol donde se les brindaba todo a los niños. Ellos no pagaban nada, porque igual eran niños que no tenían los recursos para costear una matrícula. Nosotros les dábamos uniformes, guayos, todo lo que podía tener un plantel de fútbol. Es más, algunas veces decía que estaban mejor que en algunos equipos del fútbol colombiano. Eso lo hice con la intención de que ellos tuvieran un espacio en el barrio para invertir su tiempo libre y se alejaran de malos pasos”.

¿Por qué no siguió con la fundación?

“Porque tuve muchos inconvenientes. Desafortunadamente el ser humano es un poco desagradecido porque cuando uno puede ayudar es bueno, pero cuando no tiene la oportunidad se te voltea todo y terminas siendo el malo de la película. Para evitar ese tipo de cosas, lo mejor fue no seguir con el proyecto”.

Pero , ¿sigue vinculado con alguna labor social?

“Sí. Desde hace 10 años, con un futbolista que se llama Alexis Arias, que está jugando en Arabia, le llevamos ropa y comida a las personas en situación de calle porque son seres que no son aceptados en la sociedad. A nosotros nos gusta ayudarlos”.

¿En qué barrio creció y cómo fue su infancia en Barranquilla?

“Me crié en el barrio Villa Estadio de Soledad, Atlántico. Es un lugar tranquilo, bonito. Mi infancia fue normal, sin muchos sobresaltos. Siempre estuve dedicado a los estudios. Con mi hermana estudiamos en el mismo colegio. También tengo un hermanastro. Él sí estudiaba en un lugar más lejos y aunque le gustaba el fútbol, este deporte no gustaba mucho de él”.

¿Cómo fueron sus inicios?

“Empecé jugando en el colegio, después el papá de un compañero me incentivó para ir a una escuela de fútbol que se llama San Judas Tadeo. Ahí me destaqué y, como desde los 10 años tenía claro que quería ser futbolista profesional, le empecé a dedicar mucho tiempo a los entrenamientos”.

¿Siempre fue arquero o cómo se dio esa decisión?

“Yo inicié jugando fútbol sala. Ahí era delantero. Sin embargo, comencé a ser arquero en el colegio cuando empezamos a jugar en canchas más grandes en las que se necesitaba que el guardameta fuera el más alto del salón. A mí me tocó hacer ese esfuerzo para complacer a la rectora del colegio que hizo esa solicitud”.

¿Cómo se dio su llegada a las divisiones menores del Junior?

“Eso fue en 2004, cuando tenía 13 o 14 años. Un sobrino de mi padrastro me dijo que fuera a probarme al Junior, que es el equipo en el que cualquier niño de Barranquilla quiere jugar, y quedé. Ahí muchas cosas cambiaron para mí por haber pasado de jugar en una escuela a un club consolidado”.

¿Cómo fue su proceso allí?

“Dure poco jugando en las inferiores porque tuve un inconveniente: en el colegio me fracturé un brazo después de haber entrado. Por eso estuve dos meses sin entrenar. Después me tocó parar un porque de la escuela de San Judas, de donde venía, no me quisieron dar el paz y salvo, pues tenía que cancelar $2 millones por el proceso de formación para poder quedar libre y no los tenía. Entonces me tocó quedarme parado 2 años para quedar como libre. Por eso con Junior solo jugaba partidos amistosos y ya cuando quedé como jugador de la institución, solamente estuve un año, quedamos campeones de la Liga y me subieron al equipo profesional en 2007. El técnico era el profe Santiago Escobar. Estuve ahí un par de años”.

¿Y cómo se dio su paso al Barranquilla F.C?

“Después de que perdimos la final contra Once Caldas en el primer semestre de 2009, el técnico Julio Comesaña me bajó al Barranquilla (filial del Junior), para poder sumar minutos. El técnico que me dio la oportunidad fue Alex de Alba; mi paso por ese equipo fue una de las mejores decisiones que pude tomar... Bueno, que en realidad tomaron por mí”.

Después volvió al Junior, pero estaba Viera ¿Por qué decidió irse y qué estaba buscando?

“Estuve en Junior desde 2011 hasta 2020. Cuando tomé la decisión de irme, la idea era tener continuidad y mostrar todo lo aprendido. Fui a Jaguares primero. Después llegué a Alianza Petrolera”.

¿Cómo recuerda a ese club?

“Vivo agradecido de todo lo que pasé en Barrancabermeja. De la gente, los compañeros, los dueños del club porque fue un tiempo en el que pude demostrar todas mis capacidad y cumplí mi sueño de ir a la Selección. Fue una etapa linda para mí y mi familia. Disfrutamos de muchas cosas que las llevamos en el corazón”.

Brandon Martínez González

Estudiante de periodismo de la Universidad de Antioquia. Interesado en el periodismo narrativo y los deportes.

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