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Luis Rubiales le pidió a su madre que deje el encierro, pero ella seguirá: ‘Hasta que Jenni Hermoso diga la verdad’
Luis Rubiales dio un beso forzado en la boca a Jenni Hermoso, provocando un terremoto de críticas a nivel nacional e internacional. Fue suspendido provisionalmente por la Fifa y rechazó renunciar al cargo de presidente de la Federación Española de Fútbol.
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Ángeles Béjar cumplirá este miércoles tres días en huelga de hambre en una iglesia en Granada. FOTO TWITTER @javiernegre10
La madre de Luis Rubiales, Ángeles Béjar, aseguró que no va a cambiar su actitud de permanecer encerrada en una parroquia de Motril (Granada) hasta que Jennifer Hermoso “no diga la verdad”, aludiendo al beso de la futbolista con el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Ángeles Béjar, la madre de Luis Rubiales, reconoció que su hijo le pidió que deje el encierro, aunque se reafirmó en su voluntad de seguir. “Hasta que mi cuerpo aguante”, recalcó sobre la huelga de hambre que inició el pasado lunes para defender el honor del presidente suspendido de la RFEF.
En declaraciones a los medios de comunicación presentes en el exterior de la Parroquia de la Divina Pastora de Motril, Béjar manifestó que esta situación “se soluciona diciendo la verdad porque era una anécdota”.
Del mismo modo, expresó su sorpresa ante la dimensión tomada por el beso que el presidente de la RFEF -suspendido ya por la FIFA- le propinó a Hermoso tras la final del Mundial, durante la ceremonia de entregas de medallas y mientras España celebraba el título.
“Mira dónde ha llegado”, aseguró a los medios sobre la situación creada a posteriori, antes de explicar que se encuentra bien y de confesar que había pasado la noche en una silla.
El martes hubo en Motril una misa y una concentración de vecinos que quisieron mostrar su apoyo a Luis Rubiales, que se saldó sin incidentes de ningún tipo.
Llenaron la eucaristía celebrada a última hora de la tarde del martes en la parroquia de la Divina Pastora de Motril, en el centro de la ciudad de la costa de Granada, donde la madre del ejecutivo motrileño, Ángeles Béjar, inició el pasado lunes una huelga de hambre en su apoyo y para que la futbolista Jennifer Hermoso “diga la verdad”.
Ángeles Bejar fue apartada fuera de la vista de sus convecinos tras dos días “sin comer”, en una protesta para que Hermoso vuelva “al criterio” sobre el beso en los labios que su hijo le dio tras la victoria de la selección española en Sídney (Australia).
Amigos y curiosos, como familiares este pasado lunes, cuando también hubo una concentración por la tarde a las puertas del templo convocada por redes sociales, se acercaron progresivamente a la parroquia del barrio de Capuchinos, donde se ha desplegado un dispositivo de seguridad con efectivos de Policía Nacional y Local, según fuentes policiales consultadas por Europa Press.
Entre los testimonios de este martes a las puertas de la Divina Pastora, Ángeles Montes, que señaló es amiga íntima, explicó que lamenta “la injusticia que estaban haciendo” con el directivo del fútbol español, señalando que cree que la madre está dispuesta a “llegar hasta el final” con su protesta.
Mostró su preocupación a las puertas del templo pues “está delicada porque la operaron de una pierna” y “lo estará pasando muy mal” antes de enviarle mensajes telefónicos, en tanto la iglesia ha permanecido cerrada en la mañana de este martes. Béjar es una mujer “espiritual”, que “cree mucho en Dios” por lo que está “rezando”.
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