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Por juan felipe zuleta valencia
Fiel a la premisa de que en el fútbol no vence el que corre sino el que piensa, Carlos Queiroz parece tener clara su hoja de ruta con la Selección Colombia, al menos en el inicio de su proyecto.
Contrario a lo que algunos analistas y aficionados pudieran pensar, el portugués no comenzó su gestión con Colombia dando golpes sobre la mesa para intentar poner su sello personal lo más pronto posible.
No, todo lo contrario, lo que mostró el seleccionador tricolor en su debut ante Japón, tanto en la confección de la nómina, como en el trámite, fue un empleo consciente de los recursos y, en buena medida, de las formas que encontró a su llegada.
“Yo he hablado que es clave que el técnico sepa desde el principio cúal va a ser el plan y cuál va a ser el tiempo de ejecución. Si él establece que dos meses, o seis, es suficiente para dotar de sus ideas a la Selección no puede dejar que las presiones, intromisiones y otras eventualidades afecten ese cronograma. Ahí radica gran parte del éxito”, considera el técnico de Millonarios Jorge Luis Pinto.
Según el postulado de Pinto, y lo visto ante Japón, Queiroz habría decidido no adentrarse de lleno en estos dos amistosos en los cambios que planea, y recoger primero información en relación con las características de los jugadores para luego, en los siguientes amistosos ante Bolivia y Perú, poner en práctica elementos tácticos propios y cambios nominales importantes proyectando ya la versión de Selección Colombia que presentará en la Copa América, en la que debuta el 16 de junio ante Argentina.
El papel de los microciclos
Y sí, seguramente lo primero que piensa el aficionado al leer que el seleccionador intentaría hacer ajustes significativos en los tres amistosos que le restan antes de la Copa América, es que es muy poco tiempo para hacer un trabajo relevante. Lo cual es cierto. Es ahí donde aparecen los microciclos para hacer más certera la labor del técnico.
El mismo Carlos Queiroz lo valoró como una de sus pilares claves de trabajo: “Sé lo que son los microciclos. Es una oportunidad fantástica para trabajar con los que no están en Europa”.
Los microciclos en la sede de la Federación, en Bogotá, le permitirá al estratega poner en práctica sus conceptos tácticos, afinar detalles técnicos, y demás. Pero, sobre todo, ampliar el espectro de jugadores que pueden sumarse a su plan de renovación. Con lo cual le tomará ventaja a cualquier inconveniente que se le pueda presentar en el camino, como la lesión de un jugador, algo que ya vivió en su primera convocatoria.
¡Colombia, a la defensiva?
El análisis que hizo Queiroz del partido ante Japón giró, en su totalidad, en torno al desempeño y movimientos de los hombres defensivos y del funcionamiento de los hombres de ataque en disposición de labores defensivas y de marca. Un ejemplo, valoró el trabajo de Luis Muriel como apoyo defensivo de Deiver Machado. Esto teniendo en cuenta además que los laterales, como el mismo Machado y Helibelton Palacios, jamás pasaron al ataque. Toda una rareza de acuerdo al estilo reciente e histórico de los carrileros colombianos.
Ante esto, un sector de la afición colombiana podría pensar que la Selección estaría camino a convertirse en un equipo defensivo teniendo así una metamorfosis de estilo sin precendentes.
Para el técnico Miguel Augusto Prince el tema no es tan radical, pero defintivamente la prensa deportiva y la afición tendrá que tener una apertura a una propuesta diferente. “Queiroz va a partir de la seguridad defensiva, independiente del módulo, 4-1-4-1 o 4-3-3, la propuesta de la Selección va a basarse en el orden. De que los jugadores lo interpreten bien y lo cumplan va a depender de qué tanto puede soltarse el equipo y buscar el ataque”, sostiene el técnico nortesantandereano.
Otras apuestas
Ante Corea, el martes, Queiroz podría ensayar desde el inicio con cinco jugadores que aparecen en el primer plano del proyecto a mediano y largo plazo: Mateus Uribe, Alfredo Morelos, Cristian Borja, Luis Orejuela y Gustavo Cuéllar.
Lo de los laterales Borja y Orejuela asoma, más que un ensayo, una previsión necesaria, pues la actuación de Helibelton Palacios y Deiver Macado hacen pensar que los problemas por las bandas está lejos de tener solución definitiva. En cuanto a Uribe y Cuéllar, su inclusión como dos piezas vitales para Queiroz parece cuestión de tiempo, porque son los únicos volantes de talla internacional que cumplen con lo que, por antecedentes, busca el portugués en zona de volantes.
En definitiva, el trabajo que le espera es arduo y, sobre todo, paciente. Lo importante será que la gente entienda, como él lo dice: “Después de 35 años de experiencia digo que el estilo que me gusta es respetar el arte de ganar, no importa si es con Rock and Roll o con samba, si es con el arte de ganar, lo voy a hacer”.
Será un cambio de chip interenste para una afición que tiende a cerrarse a los cambios n
Primera foto oficial de nuestro equipo con nuestro Director Técnico @Carlos_Queiroz pic.twitter.com/sLfsSj5jtF
— Selección Colombia (@FCFSeleccionCol) 25 de marzo de 2019