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La ausencia de competencias y por ende, la falta de exposición mediática debido a la suspensión de los eventos por la pandemia han hecho que muchas de las figuras del deporte a nivel mundial se enfoquen en otras causas, tomen posturas en temas coyunturales o empiecen a darle un giro a sus carreras en tiempos en los que esta pausa obligada y su quietud los ha llevado a una reflexión profunda de sus roles en la sociedad.
Uno de esos casos es el del múltiple campeón de Fórmula 1, el británico Lewis Hamilton, quien se ha convertido en un activista apoyando el movimiento antirracista Black Lives Matter, ya que es el único piloto afrodescendiente en competir en la máxima categoría del automovilismo.
Tanto ha sido su compromiso con la causa que al inicio de la temporada de este deporte se hablaba más de él por su condición de líder social que por su regreso a pista. Incluso, su concentración quedó en entredicho en la primera carrera en Hungría el 5 de julio cuando quedó fuera del podio por una penalidad, lo cual se atribuyó a su cruzada contra el racismo.
“No siento que necesite enfocarme. Si miras la carrera, la mía fue bastante fuerte. (...) Necesito hacer un mejor trabajo, pero no diría que estaba distraído. Sigo concentrado, como lo estaba antes, en tratar de pelear y ganar este campeonato, pero también en luchar por la igualdad de derechos”, dijo el piloto de Mercedes tras esa prueba. En las dos carreras que sucedieron el Gran Premio de Hungría Hamilton fue el vencedor.
Para el psicólogo Jairo Piñeros, el corredor ha tomado “más conciencia de su posición como modelo social inspirador bajo su misma figura de afrodescendiente”, por eso utiliza su plataforma, en este caso, la Fórmula 1 para que su mensaje tenga más eco e impacto, como ya está ocurriendo en los actos protocolarios de las carreras en las que los pilotos se arrodillan como un gesto contra las injusticias raciales tras la muerte de George Floyd en Estados Unidos.
La postura de Hamilton también tiene un componente comercial, señala José Marulanda, experto en mercadeo deportivo en Global Sports, pues para él los deportistas con o sin competencia, son una marca que tiene que mantenerse vigente.
En este caso explica que “aunque no es su objetivo principal, no es extraño que este tipo de campañas terminen convertidas en estrategias con marcas que tomen iconos que potencien el mensaje y los cuales sean rentables”, dice.
Esto se refleja en Mercedes, que este año tiene los monoplazas pintados de negro y los uniformes del mismo color, modificando su manual de imagen.
Como Hamilton otros deportistas han buscado la manera de mantenerse vigentes o lo han estado de forma accidental. Aquí otros ejemplos.
Cuyabra. Comunicadora social-periodista de la Universidad del Quindío. Redactora del área de Contenidos Digitales.