Española de nacimiento, pero radicada en Medellín desde hace 66 años, Emilia García de Fontán se destacó como educadora y también como deportista, pues era la reina de las pruebas 400, 800 y 1500 metros de la categoría máster.
El miércoles pasado, Emilia falleció en la que fue su segunda casa, dejando un gran legado entre quienes la conocieron, compartieron o compitieron con ella.
Desde el 2016 cuando sufrió un accidente cardiovascular, dejó la rectoría del colegio Fontán, para estar tranquila en su hogar, rodeada del cariño de sus cuatro hijos, nueve nietos y una bisnieta.
En el 2015, mientras se preparaba para el Mundial Máster en Lyon, Francia, habló con EL COLOMBIANO sobre su carrera deportiva.
En esa oportunidad, comentó que se había iniciado la Liga de Atletismo “porque no quería caerme, como ya me había pasado mientras trotaba en El Poblado”. Y agregaba que “al poco tiempo de comenzar tuve la oportunidad de ir al Suramericano en Brasil, gané 400, 800 y 1.500 metros. Así empecé a competir”.
A su deporte también le agradeció siempre el conocer otros países, pues estuvo en competencias en Sudáfrica, Canadá, Brasil, Estados Unidos, Italia, España, Puerto Rico y Francia, entre otros.
Entre sus principales logros deportivos están las medallas logradas en los primeros Juegos Olímpicos Senior Máster que se celebraron en Toronto (Canadá) en 1985. Allí ganó dos medallas de oro (en 800 y 1500 metros) y dos de plata (en 200 y 400 metros).
Eliana Duque, comunicadora del colegio, describe a la campeona como “una madre generosa y exigente, esposa enamorada e incondicional,, abuela digna de seguir y una educadora recia, rebelde, que creía en la posibilidad de cambiar el mundo”.
Y, apunta que Emilia fue “una deportista que derribó todos los esquemas. Se fue una mujer como ninguna. El cielo está de fiesta, y, al mismo tiempo temblando, pues le llega un “terremoto” encantador que los pondrá, literalmente, a correr. Se unirá a su amado Ventura (esposo), quien murió en 1993”.
Sus compañeros de la pista también la extrañarán, pues siempre fue disciplinada, constante, puntual y apasionada por todo lo que hacía.
Admiradora de Lionel Messi, y seguidora fiel del Barcelona, siempre con un espíritu fuerte y determinación, así la recuerda su hija Adriana, quien cuenta que hace unos años, y luego de una intervención de corazón, terminaron en El Poblado viendo un juego de su equipo, tal y como se lo había propuesto desde antes de la operación.
Por eso una de las frases que más recuerda Adriana de su mamá es: “La gente cree que no me cuesta levantarme... ¡Claro que sí! Realmente es terrible. Pero miro este cuerpo mío y le digo: no vas a ser tú quien le diga a Emilia García lo que puede o no hacer... ¡y me levanto!”.
Así espera que la recuerden, como esa mujer de templanza, tenacidad y determinación para hacer lo que siempre amó: educar y correr .