Han sido varias las personas que han querido cortarle las alas a Kevin Orley Marín Murillo. Una de ellas fue una profesora de quien no recuerda el nombre, pero sí lo que le dijo: “usted para lo único que va a servir es para limpiar tornillos”.
Kevin, quien estudió en un colegio convencional, expresa con dolor que la crueldad que vivió cuando era niño en ese centro educativo lo marcó.
El bullying le sirvió de motivación a este joven que nació con hemiplejía (parálisis de un lado del cuerpo causada por una lesión cerebral o de la médula espinal) para luchar por sus sueños y alcanzar las metas que se ha propuesto.
A los 7 meses de edad fue traído por su abuela Dolly desde Segovia (allí nació). Ambos se instalaron en Medellín con el único objetivo de que el niño pudiera acceder a terapias y tratamiento para mejorar la parálisis que tenía en su lado derecho (pierna y brazo).
Y es gracias a ella que Kevin salió adelante. Aunque hace un alto en su relato y deja un espacio especial para los entrenadores Gustavo Henao y Luz Mery Gamboa, quienes se convirtieron en sus ángeles de la guarda en la capital antioqueña.
“Luz Mery y Gustavo me dieron el apoyo cuando más lo necesité porque al principio no quería seguir estudiando, pero fueron ellos quienes no me dejaron declinar, gracias a Dios tras salir del colegio ingresé en el Sena, allí conocí y compartí con personas maduras, que me enseñaron a ganar confianza y me empezaron a demostrar que me admiraban, eso cambió mi vida”, afirma este atleta, que desde hace 9 meses es el entrenador de la Selección Antioquia de fútbol 7, equipo integrado por personas en condición de discapacidad (parálisis cerebral).
En el Sena se graduó como tecnólogo de entrenamiento deportivo y ahora su nueva meta es convertirse en licenciado en educación física, pues quiere llegar a colegios y a instituciones para ser una voz de aliento para las personas no convencionales, “que vean que pueden salir adelante y lograr sus metas”.
Además de ser entrenador, y haber hecho el proceso en la Selección Colombia de fútbol, ahora combina su labor de técnico con la de deportista, pues está dedicado al atletismo y en mayo competirá por Antioquia para buscar el cupo a los Paranacionales en los 100, 200, 400 y relevos 4x100.
El fin de semana Kevin cumplió otro sueño, dirigió al equipo paisa en su primer torneo, el Nacional clasificatorio para Juegos Paranacionales y aunque no quedaron campeones se sintió pleno por lograr otra meta y ser ejemplo .