viernes
7 y 9
7 y 9
Es válido sentir rabia, gritar y también llorar cuando las cosas no te salen como tú querías.
Con esta frase, muy parecida a las que periódicamente escribe en sus redes sociales, Francisco Mosquera da cuenta de los sentimientos que lo embargan, antes, durante o después de las competencias a las que acude. Y en este caso de lo que fue la experiencia del año pasado en el Mundial de Ashgabat, Turmekistán, donde falló tres de sus movimientos y que, a la postre, le impidieron pelear por el oro que era su ambición. Allí fue bronce en el envión.
“En esos momentos suele pasar que uno no entiende nada, porque son muchos sentimiento encontrados. Pero lo que no es válido, es darte por derrotado, sentirte vencido, acabado... Llora si quieres llorar, grita, desahógate, límpiate las lágrimas si te da la gana pero, vuelve a trabajar, a soñar, pero con más fuerza... más incansable, más sabio, más agradecido y gánate la bendita pelea”.
¿Se ha levantado, entonces, con las fuerza para asumir este nuevo Mundial en Pattaya, Tailandia, dejando atrás lo sucedido en 2018?
“Ya estuve aquí en otra ocasión. Recuerdo que fue mi primera participación internacional durante el Mundial sub-17, una buena competencia y, a pesar de haber quedado noveno, sentí que fue una grata actuación. El año pasado quería una cosa y no sucedió así. Ahora aguardo que en esta nueva participación pueda mejorar gracias Dios. Tengo las condiciones, me he preparado a conciencia y con ganas”.
Sus mensajes en redes son de motivación personal. En este caso, ¿considera que será a otro precio?
“Lo que pasó ahí quedó. Son cosas que no se olvidan pero que no se deben cargar toda la vida. Sirven de experiencia para mejorar. Vivo mi vida, gracias a Dios, en el día a día, en el presente. Se aprende de lo que pasa, pero pienso que debemos vivir el presente de la mejor forma posible. Dios Todopoderoso decide a través de nosotros. Y Él está conmigo”.
La lista de entrada de su división (61 kg), que se disputa este jueves tipo 9:00 a.m. hora de Colombia dice que llega con 310 kilos y es uno de los mejores, ¿puede ser presión figurar de máximo candidato?
“Son las marcas con las que llego. La expectativa es dar lo mejor de mí. He llegado en óptimas condiciones, será una buena competencia si se tiene en cuenta que en esta división hay 30 deportistas inscritos y todos estamos con marcas muy cercanas. La batalla por el oro será muy apretada. Estoy cerca a los 310, pero siento que puedo dar más y quiero hacerlo en este Mundial”.
Como siempre, los rivales a vencer son los orientales...
“Son adversarios complicados y con experiencia. Pero no solo de China, también son fuertes los que figuran en esa lista de Vietnam, Japón, Indonesia, entre otros”.
¿De qué depende
una buena figuración?
“El éxito radica en la táctica y la estrategia para jugar con los pesos y, claro, en la seguridad que se tiene. Creo que son factores claves para aspirar al podio. Tengo seguridad, espero que el resto pueda favorecerme al momento de la competencia”.
¿Y el peso? Hay que decir que por el cambio implementado a usted le toca bajar un kilo (de 62 a 61), ¿cómo está en ese tema?
“No tengo problema alguno, es un kilo más abajo de la división tradicional pero me siento cómodo, no aguanto hambre, pero sí me debo cuidar”.
¿Se ha acostumbrado, en esta semana de estancia en Tailandia, a la comida de allá?
“Cuando se sale de casa y, a menos que se pague por otro tipo de comida, debes estar preparado para asumir la sazón de donde estás. Aquí se condimenta todo, pero uno se acostumbra al pique de los alimentos, aunque no es tan fuerte. Lo importante es tratar de acomodarse y dar el peso. He comido poco, pero después del pesaje, hmmm mamita, me desquito”.
Finalmente, ¿cómo están sus marcas personales y cree que con ello podrá estar en el podio?
“Estoy levantando, normalmente, 132 en arranque y 170 en envión. Si todo sale bien estaré peleando para figurar en ese podio y lograr mis mejores resultados con la gloria del Señor”.
Y como escribe en su cuenta de Instagram, “En el nombre de Dios Todopoderoso. Vamos que sí se puede” . .