Aunque el entrenador y las integrantes de la Selección Colombia de voleibol femenina tienen claro que los tres rivales a los que se enfrentarán en el Preolímpico son equipos con bagaje y categoría, es más alta la fe y la confianza en el trabajo realizado en los últimos años para alcanzar el histórico cupo a las olimpiadas de Tokio-2020.
Así lo afirma el entrenador brasileño Antonio Rizola que, aunque conoce muy bien las fortalezas de sus contendores, reconoce en el proceso que adelanta con la Tricolor, las condiciones para lograr la clasificación.
“La expectativa es grande porque solo es un cupo para el primero, los demás se quedan fuera de Olímpicos. Todos queremos ganar, pero nuestra voluntad de vencer es más grande que la de ellos”, dice el entrenador a la prensa del Comité Olímpico Colombiano.
Para hacerlo posible, el equipo sigue afinando detalles técnicos, además, ya se encuentra completo tras el arribo de la líbero Camila Gómez, quien tenía actividad competitiva en EE. UU. y llegó a Bogotá para unirse a las otras 15 jugadoras –dos antioqueñas: Verónica Pasos y Juliana Toro–, concentradas desde el 20 de este mes en Bogotá.
“Con Camila lo que vamos a hacer es ajustar cuestiones técnicas porque lo táctico lo trabajamos todo el tiempo”, sostiene el brasileño.
Argentina, rival de cuidado
Entre Venezuela, Perú y Argentina, el entrenador y la capitana de la Selección, María Alejandra Marín, coinciden en que el cuadro argentino es el rival más fuerte del grupo.
“Es el último juego, sabemos que es el equipo más fuerte del grupo, de más experiencia. Podríamos decir que, por tradición y en teoría, el cupo es de ellos, pero estamos confiados en que cambiaremos la historia”, dice Rizola.
Marín, por su parte, señala que han estudiado muy bien a sus rivales, especialmente este, al que ya vencieron en la final del torneo de los Suramericanos de Cochabamba 2019. “Esa es nuestra ventaja y no hay otra forma de ganarles que con el conocimiento que tenemos de su juego”.
El equipo cierra su primera semana de trabajo convencido de que lo mostrado durante el ciclo olímpico (bronce en los Bolivarianos de Santa Marta 2017, oro en los Suramericanos de Cochabamba 2018, plata en los Centroamericanos de Barranquilla 2018 y los Panamericanos de Lima 2019) será su fuerza para rematar estos cuatro años con el sueño olímpico cumplido.